Historias insólitas

Pincho, el perro español usado como esclavo sexual durante años

Una británica lo llevó a su casa para darle una mejor vida, aunque varias de las lesiones siguen afectando al perro

Pincho, el perro español usado como esclavo sexual durante años
Pincho

En mayo de 2018 se hizo viral la campaña para recaudar fondos para salvar a Pincho, un perro que fue abusado sexualmente desde cachorro por un hombre en España. La mujer que lo salvó y llevó a su casa en Suffolk, Reino Unido, contó su historia. (Este perro abandonado espera a sus dueños durante un mes en una casa quemada)

Conoció a Pincho a través de un video en Facebook que explicaba que un grupo protector de animales lo rescató cuando vagaba en las calles mientras sangraba de la zona genital. Yvonne West pagó para que lo llevaran a su casa con tal de protegerlo. (Este perro ‘portero’ irrumpe en el campo en pleno partido de fútbol y para un gol)

«Me enamoré de él y quería ayudar tanto a esta alma que pagué para traerlo al Reino Unido, y espero que tenga una vida feliz y cómoda», dijo West en una campaña de recolección de donaciones a través de la plataforma GoFundme con el objetivo de pagar operaciones para reparar su pene y rodillas.

El apoyo no se hizo esperar y ahora Pincho recibe cuidados veterinarios de primer mundo gracias a donaciones hechas a través de PayPal. Los avances de su recuperación se pueden ver en una página de Facebook.

En entrevista reciente con el diario británico The Sun, Yvonne West relató que un representante del centro de caridad en el que adoptó a Pincho le dijo que el perro fue abusado desde cachorro por el hermano de su antiguo dueño.

«Este hombre iba cada fin de semana, y utilizaba ese tiempo para violar y abusar de Pincho durante 5 años. Lo manipulaba y tenía sexo con él, lo que le causó a Pincho lesiones crónicas severas. Tiene incontinencia y necesita pañales, también tiene problemas en las rodillas y cadera provocados por el abuso», explicó.

Cuando Yvonne conoció a Pincho notó lo maltratado que estaba. Tenía una cicatriz en el cuello por haber sido atado tanto tiempo. Tampoco podía estirar su pata trasera porque un pedazo de hueso le impedía moverla.

West dudó en pedir dinero a través de la campaña en internet, pero como Pincho necesitaba tres cirugías, hizo público el caso. «Me sorprendió la respuesta en GoFundMe. Recaudamos más de USD 15.000 dólares hasta ahora».

A West le sorprende que a Pincho no le asusten los hombres. Comentó que al perro le gusta la gente y confía en los extraños, ya que le gusta ser acariciado. «Ahora es un perro diferente. Antes tenía pesadillas y temblaba, pero eso ya no pasa».

En cuanto al abusador, la policía dijo que no podían arrestarlo a menos de que lo atraparan en el acto. Las denuncias de los vecinos no sirvieron para que el ex dueño del perro y su hermano fueran procesados por algún delito.

En change.org existe una petición para aumentar las penas por maltrato animal en España al modificar el artículo 337 del Código Penal con tal de que se incluya el abuso sexual de animales en el tipo delictivo, así como la creación de un registro nacional de maltratadores para evitar que puedan volver a tener animales a su cargo.

Pincho no es el único. En 2015 se dio a conocer la historia de una hembra que fue abusada sexualmente por un adicto a las drogas, hasta el punto en el que no pudo volver a caminar. En la petición de change.org se publicaron al menos 20 casos similares sólo en España.

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