La historia recorre cada estado, cada condado, cada ciudad. Algunos se conmueven. Otros simplemente se quedaban sin palabras. Otros, en cambio, se indignaban. Eran los menos. Se trata del dramático obituario que unos padres devastados por la muerte de su hijo escribieron con el corazón en la pluma. Pero también con una lucidez implacable. (Un desgarrador obituario pone bajo otro matiz a las víctimas por adicción a los opiáceos)
La muerte de Andrew Black, un joven de 23 años que amaba escalar en Green Mountain Trails, Vermont -cerca del borde con Canadá– no fue natural, pese a su amor por la vida al aire libre. Andrew, a quien todos veían lleno de vida, se suicidó.
Andrew ingresó a un local de venta de armas. Le tomó 28 minutos elegir cuál era la apropiada. Eran las 11.30 am. Cuatro horas más tarde, dispararía contra su cabeza. (La maravillosa historia detrás del chistoso obituario publicado en la prensa)
Su familia y la comunidad quedaron aturdidas por semejante decisión. Nadie podía creer que ese joven de espíritu libre, aventurero, que disfrutaba de la cerveza artesanal, estar con amigos, que soñaba con tener algún día su propio local de bebidas, haya decidido de un momento para otro terminar con su vida.
Sus padres, Alyssa y Rob Black, no salen aún del dolor. Trataron de condensar en palabras lo que sentían. Describieron cómo fueron los breves e intensos 23 años de su hijo, qué amaba, qué soñaba, qué decía… para concluir con una brutal declaración sobre la portación de armas.
Las líneas que fueron publicadas online por el diario local The Burlington Free Press pronto se viralizaron. Y de inmediato llamaron la atención de las grandes cadenas de televisión que se interesaron en el caso y en la familia Black. ABC News, NBC News, The Washington Post... los principales medios norteamericanos reprodujeron el obituario del que habló toda la nación.
Este tipo de avisos que se han vuelto virales en los últimos años tienen otro tipo de contenido: el drama del abuso de las drogas, los vaivenes en la vida de la víctima… la tristeza reflejada por sus familiares… o simplemente la emoción de las palabras y la vida del protagonista malogrado. Esta vez, las líneas escritas por los Black llevaban un reclamo, un grito de millones de norteamericanos.
A continuación, el obituario completo:
«Andrew Robert Black, el hijo amado de Rob y Alyssa (Hughes) Black y el muy querido hermano de Victoria Ann y Steven William Black, murió a la edad de 23 años el 6 de diciembre de 2018 en su casa de Essex, Vermont. Se graduó en 2014 de Essex High School.
Andrew era un verdadero hijo de Vermont que amaba caminar por Green Mountain Trails y encontró belleza en todo lo que veía. Era un atleta dotado; el hockey era su pasión y era un fanático rabioso de los Montreal Canadiens. Era un joven cervecero, había comenzado a los 16 años y estaba fascinado por el arte y la ciencia del uso de ingredientes tradicionales para crear cervezas innovadoras de Vermont. Con ese fin, era un empleado valioso en ‘Los mejores líquidos de Lawson’, donde estaba aprendiendo su oficio.
Andrew fue amable, generoso de corazón y conocido por su sonrisa y su risa que podían iluminar una habitación. Amaba a los animales, especialmente a su perro Biggie, y Biggie lo adoraba a él. Además de su familia y su perro más cercanos, a Andrew le sobreviven sus abuelos Shirley Snyder, Bill y Veronica Hughes, y Bill y Karen Black, así como sus muchos tías, tíos y primos.
Andrew Black era un espíritu aventurero que amaba profundamente y era amado a cambio. Sus muchos amigos, familiares y compañeros de trabajo lo extrañarán mucho.Los mejores líquidos de Lawson’ en 155 Carroll Road, Waitsfield, Vermont celebrará una celebración de la vida de Andrew el viernes 14 de diciembre de 2018 de 6:30 a 8:30. Se invita a todos los que conocieron y amaron a Andrew a venir y contribuir con sus historias, recuerdos y compartir sus cervezas favoritas.
En lugar de flores, la familia pide que se hagan donaciones en nombre de Andrew al Green Mountain Club. Además, la familia le pide que considere presionar a su Representante Estatal con lo siguiente: ‘En honor a Andrew R. Black, le pedimos que trabaje por una legislación que imponga un período de espera razonable entre la compra y la posesión del arma de fuego para proporcionar un período de reflexión (apropiado) para protegerse contra los actos impulsivos de violencia‘».
Este último pedido es el que impactó no sólo en la comunidad de Essex, en Vermont, sino que la reflexión sacudió al resto de los Estados Unidos por la sensatez y simpleza del argumento. «Proporcionar un período de reflexión». Que la compra de un arma -tan fácil de conseguir en aquel país- no se trate de un impulso, sino de un acto pensado y meditado.
De acuerdo a las palabras de sus padres, es posible que Andrew aún cuando Vermont obligara a tener un período de espera obligatorio entre la compra de un arma y su permiso de portación. Él sufría de depresión. Pero aseguran que fue demasiado fácil para un joven de 23 años comprar un arma de fuego. Y que cualquiera en una situación extrema o de furia podría adquirir una.
