El curandero brasileño Joao de Deus, acusado por cientos de mujeres de haber abusado sexualmente de ellas, se declaró inocente en su primera presentación ante las autoridades, luego de haberse entregado y quedar en prisión preventiva. (Más de 450 mujeres acusaron de abuso sexual Joao de Deus «curador espiritual» de Lula da Silva, Dilma Rousseff y Michel Temer)
«Nunca hubo intención de fuga. La idea era que se presente lo más rápido posible», aseguró su abogado. Sin embargo, estuvo prófugo por casi dos días y mantuvo un halo de misticismo, mientras crecía la indignación en el país, tanto entre sus acusadores como entre sus insistentes defensores.
Refugiado en una propiedad de Goiana, su defensor, Alberto Toron, negociaba las condiciones de entrega. (Se entrega «João de Deus», el curandero brasileño acusado de abuso sexual por más de 400 mujeres)
El relato que surgió desde su entorno mostró una imagen casi de victimización y tormento. «Sin conseguir dormir, se adentró en un bosque, montó una carpa y durmió en una arboleda», reportó Folha do Sao Paulo. Según se informó, necesitaba estar solo y meditar. Aunque regresó a la casa para tomar un baño y comer algo, volvió al bosque en la siguiente noche.
En tanto, la policía, que no llegó a lanzar un operativo, concluyó las negociaciones con el abogado.
El célebre curandero, cuyo verdadero nombre es Joao Teixeira de Faria (76), se entregó el domingo cerca a la localidad de Abadiania, en el estado de Goiás, donde desde 1976 realizaba «curas milagrosas» y «cirugías psíquicas» en una especie de templo que él fundó.
Mientras esperaba la llegada de las autoridades, el acusado admitió a Mónica Bergamo, periodista de Folha que logró estar con él en sus últimas horas de libertad, que temía por su salud. Incluso, le pidió que en caso de desmayo, ponga una pastilla debajo de su lengua.
«Me entrego a la Justicia divina y a la Justicia de la tierra», dijo el gurú antes de entrar en un vehículo policial.
André Fernandes, delegado general de la Policía Civil de Goiás, declaró a la prensa tras varias horas de interrogatorio. «Él respondió a todas las indagaciones hechas, era un cuestionario de siete páginas, bien detallado. Ahora las investigaciones continúan», señaló. Con respecto a sus respuestas, resumió: «Con certeza, él no admite los crímenes».
El comisario señaló que están «analizando caso a caso» y que ahora «el gran desafío» es probar los abusos denunciados. «Lo que llama más la atención es la singularidad del comportamiento. Hay un ‘modus operandi’ común que fue revelado por diversas víctimas», explicó Fernandes en una conferencia de prensa. «Él utilizaba la fe» para cometer los abusos, agregó.
Por otro lado, también se investiga la retirada, justo después de las primeras denuncias, de cerca de 35 millones de reales (unos 9 millones de dólares) de cuentas bancarias a su nombre.