ESTADOS UNIDOS

Desvelan el resultado de la autopsia del niño migrante que murió bajo custodia en Estados Unidos

La Oficina del Investigador Médico de Nuevo México informó los padecimientos que sufrió el niño Felipe Gómez Alonzo.

Desvelan el resultado de la autopsia del niño migrante que murió bajo custodia en Estados Unidos
Felipe Gomez Alonzo, el niño guatemalteco que murió en manos de Estados Unidos. JT

La Oficina del Investigador Médico de Nuevo México informó el pasado jueves 27 de diciembre de 2018 que la autopsia realizada al pequeño Felipe mostró que el niño tenía influenza, pero agregó que se necesitan hacer más pruebas antes de que pueda determinarse la causa de su muerte.(Muere otro niño guatemalteco bajo la custodia de los Estados Unidos)

El padre del niño, Agustín Gómez había escuchado rumores de que los adultos con niños podían cruzar la frontera de Estados Unidos, por ello, decidió a mediados de diciembre llevarse de Guatemala a su hijo Felipe Gómez Alonzo, de 8 años. Querían escapar de la miseria y las deudas que les ahogaban.

Agustín estaba dispuesto a realizar el sueño de Felipe —tener una bicicleta—, pero su hijo se convirtió esta semana en el segundo menor guatemalteco que murió bajo la custodia de la patrulla fronteriza estadounidense en menos de 21 días.

Su fallecimiento ocurrió justo en la Nochebuena, mientras estaba bajo resguardo migratorio en un hospital de Nuevo México tras sufrir tos, vómitos y fiebre.

El deceso siguió al de otra niña guatemalteca, Jakelin Caal, de 7 años, ocurrido el 8 de diciembre.(Muere una niña de 7 años a manos de la Patrulla Fronteriza)

«Escuchamos rumores de que podían pasar, dijeron que podían pasar con los niños (a Estados Unidos)», contó vía telefónica a The Associated Press Catarina Gómez Lucas, de 21 años y media hermana de Felipe, desde su comunidad en Yalambojoch, Huehuetenango, unos 450 kilómetros al occidente de Guatemala.

En este humilde poblado viven personas retornadas de México que huyeron de Guatemala en los años más cruentos de la guerra en la nación centroamericana (1960-1996).

Catarina dice que vive con la familia de su padre en una casa de madera y teja, con pisos de tierra y sin acceso a servicios básicos, y que los trabajos temporales en agricultura, en la tapisca o cosecha de café le generaban a su padre unos seis dólares al día, que no alcanzaban para mantener a la familia.

En medio de estas carencias y tras vender un terreno y pedir un préstamo, Agustín decidió que debía aprovechar «la oportunidad» de irse a Estados Unidos, por lo que agarró algo de ropa y le compró zapatos y vestimenta Felipe para el viaje. También se llevó un poco de dinero para comida, agrega su media hermana.

Catarina Alonzo Pérez, de 31 años y madre de Felipe, dijo a través de su hijastra que habló con su hijo un día antes de que llegaran a Estados Unidos. Ella no habla español, pero se comunica en un lenguaje indígena maya conocido como Chuj.(La familia de la niña migrante fallecida bajo custodia de EEUU nego la versión de las autoridades)

«Ya estoy en la frontera mami, cuando llegue allá voy a hablar contigo», le dijo Felipe a su madre, según cuenta la media hermana de Agustín. «No iba enfermo, aquí no estaba enfermo», agregó.

Sin embargo, a Agustín y a su hijo los detuvieron en la frontera. De acuerdo con las autoridades migratorias estadounidenses, el niño estuvo bajo custodia de unidades fronterizas durante una semana y fue trasladado de una instalación a otra junto con su padre. El último lugar en el que el menor estuvo detenido —después de la primera de dos visitas al hospital el día que murió— fue un retén en una carretera en Nuevo México.

El padre de Felipe no detectó ninguna enfermedad en su hijo hasta el lunes 24 de diciembre, según el cónsul guatemalteco Óscar Padilla, quien habló con él el miércoles 26.

Felipe y su padre partieron de Guatemala el 14 de diciembre y fueron detenidos en la frontera de México con Estados Unidos cuatro días después, dijo el diplomático centroamericano.

La historia de Felipe tiene muchas similitudes con la de la niña Caal: ambos fueron llevados por sus padres endeudados en un intento de llegar a Estados Unidos en busca de una mejor vida, provenían de dos comunidades rurales con extrema pobreza en Guatemala y los dos enfermaron fatalmente cuando estaban bajo custodia de la patrulla fronteriza norteamericana.(El tortuoso camino a la muerte de Jakelin Caal, la niña que murió en custodia de la patrulla fronteriza de EEUU)

«Estaba muy feliz de irse», afirma la media hermana de Felipe. Por eso, asegura, la familia no entiende qué pasó con su salud.

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