Con la misma técnica con la que son marcados algunos animales, en México un hombre fue amordazado y sujetado para ser tatuado con ayuda de un hierro caliente. (Este preso demanda a la cárcel por engordar 40 kilos)
Las personas que aparecen en el video formaron la frase «Por rata», que quedará para siempre en la piel de la espalda del hombre, presuntamente un ladrón. (Juanito, el único niño español preso en el extranjero)
El momento quedó plasmado en un video que circula a través de Twitter, Facebook y WhatsApp en México. Se puede ver al hombre forcejear y gritar, pero nada pudo hacer para evitar el dolor de material caliente sobre su piel.
«Cállate el hocico», le dicen los hombres cuando el presunto ladrón se queja de dolor.
En México se utiliza la palabra «rata» para referirse a los ladrones. Es común escuchar que «La Rata» está presente en ciertos lugares al hacer referencia que ahí es peligroso.
Una versión señala que los hechos ocurrieron en Ensenada, Baja California, al norte del país, aunque autoridades de esa entidad no se han pronunciado sobre los hechos.
No apoyo estos actos violentos, pero tal parece que eso le pasó por RATA.pic.twitter.com/KppJVSWpYs
— Gato Prime ???? (@FelipeAcevedoM) 10 de enero de 2019
El video retrató la forma en la que algunas personas hacen justicia por propia mano luego de haber sido víctimas de la delincuencia. Los comentarios en redes sociales aplauden el acto:
«Propondría que mejor se pusiera en la cara, así de lejos sabríamos de quién protegernos. Piénsenlo, no es mala idea», «Me parece perfecto, qué bueno», escribieron un par de personas, aunque la mayoría coincidía en que la marca debería haber sido en la frente.
Sin embargo, hay personas que no están de acuerdo con los actos. «No creo que funcione ese sistema, al rato lo va ver como un trofeo, con orgullo, así piensan ellos».
Las leyes mexicanas prohiben estas acciones. En el Artículo 17 de la Constitución se establece que «ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho».
