Tres estudiantes de la Universidad Mesoamericana en el estado de Puebla se dirigían rumbo a la escuela cuando un par de sujetos los interceptaron para quitarles sus pertenencias. (El origen nazi del robo de combustible en México)
Los hechos ocurrieron cuando dos hombres llegaron en un vehículo Ford Fiesta color blanco con la intención de acorralar a sus víctimas en la vía pública. (México: Matan a ‘La Parca’, el líder del robo clandestino de gasolina)
Las cámaras de videovigilancia del gimnasio «Fit Eleven» grabaron los momentos del asalto sobre el bulevar Valsequillo, en la colonia Prados Agua Azul de la capital de Puebla.
Lograron quitarle sus pertenencias a dos estudiantes, pero una tercera sacó una pistola de electrochoques y la usó contra uno de los asaltantes, quien casi cayó al piso, pero logró reincorporarse.
Aunque había tirado una de las mochilas, pudo recuperarla y segundos después escapó junto a su cómplice, quien sólo apuntó con un revólver, pero no lo usó. Sin ninguna complicación llegaron hasta su vehículo y lograron huir.
En abril de 2018, los diputados locales avalaron una reforma al Código Penal del Estado de Puebla con el que permitieron el uso de gas pimienta y taser (el arma eléctrica), como lo utilizó la estudiante.
En el artículo 179 se explica que el empleo y portación de estos artefactos no está prohibido siempre y cuando se use en defensa propia y genere efectos pasajeros en el organismo humano, sin provocar la pérdida de conocimiento ni afectaciones en señales nerviosas.
En sitios de internet se pueden comprar los paralizadores eléctricos en México desde 139 pesos (USD 7) hasta los 10.000 pesos (USD 518).
