La hipótesis de que el criminal nazi Aribert Heim vivió en la localidad uruguaya de Paysandú cobra cada días más fuerza. No sólo se estableció en Uruguay sino que también ejerció la medicina. («Holocausto»: la serie de TV estadounidense que 30 años después del horror hizo conscientes a los alemanes del genocidio nazi)
Todo esto se desprende de una investigación del periódico El País de Montevideo, que publicó un documento que prueba la presencia de Heim en tierras uruguayas. Se trata de una solicitud de permiso para ingresar desde Uruguay a Brasil y está a nombre del doctor Enrique Klugkist, quien se cree que en realidad era Heim. (El origen nazi del robo de combustible en México)
Esta no es la primera vez que aparecen indicios de que el «Doctor Muerte» ejerció la medicina en Paysandú. Hace una década, un informe del diario español El Mundo también había hecho hincapié en el paso de Heim por Uruguay, antes de refugiarse en España.
Como médico de las Schutzstaffel en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen, se lo acusa de matar y torturar a muchos reclusos a través de diversos métodos, tales como las inyecciones directas de compuestos tóxicos en los corazones de sus víctimas.
Junto a Alois Brunner, Heim fue uno de los últimos grandes criminales nazis fugitivos que no se lo pudo ubicar.
Aribert Ferdinand Heim nació en la localidad austriaca de Radkersburg el 28 de julio de 1914. Con 21 años, ingresó en el ilegal Partido Nacional Sozialista austriaco. Según el historiador David Wingeate Pike, profesor emérito de la American University de París, autor de «Españoles en el Holocausto», Heim se licenció en medicina por la Universidad de Graz.
En 1938, con el título recién obtenido, se alistó en las SS de Heinrich Himmler, la organización que administraba los campos de la muerte alemanes. Le fue asignado el número 367 744.
Los prisioneros del campo de concentración de Mauthausen llamaban a Heim «Doctor Muerte«. Los judíos sefardíes y los presos republicanos españoles lo conocían, además, como «El banderillero».
Heim estuvo en este campo cercano a Linz, Austria, durante dos meses (de octubre a diciembre de 1941) y allí realizó experimentos con los judíos, los rusos y los españoles, como lo había hecho el médico de Auschwitz Josef Mengele.
«Heim refleja en los presos su miedo a la muerte«, dijo un superviviente. Marcelino Bilbao relató como él mismo -junto a otros 29 reclusos- fue envenenado con diversas inyecciones directamente en el corazón con el fin de inducir la muerte más rápidamente.
Pese a sus atrocidades, cuando Heim fue capturado por los aliados sólo pudo ser procesado por su pertenencia a las Waffen-SS. Internado en un campo de prisioneros, fue puesto en libertad en 1948. Se mudó a Baden-Baden tras casarse con su esposa, Frieda, y ejerció como ginecólogo hasta que, en los procesos contra los médicos, salió a la luz su sádico historial. Pero logró fugarse.
El periódico recuerda que los investigadores del Centro Wiesenthal sitúan a Heim en Egipto inmediatamente después de su fuga. En 1967, tras la derrota egipcia a manos de Israel durante la Guerra de los Seis Días, y la muerte de su protector Eisel, Heim abandonó El Cairo y recorrió varios países hasta recalar en Uruguay.
En la provincia de Paysandú abrió una clínica especializada en psiquiatría y ginecología. Lo acompañaba su hija Waltraud. La clínica permaneció abierta entre 1979 y 1983. Dos años después de la clausura de la clínica, Heim habría recalado en España.
Sin embargo, en 2012 un tribunal de Baden-Baden dio por probado que el «Doctor Muerte» habría muerto en agosto de 1992 en Egipto. Los investigadores intentaron durante años saber su ubicación exacta buscándolo en vano por Sudamérica y Europa. Pero la investigación judicial creyó probar que en 1980 se convirtió al islam con el nombre de Tarek Hussein Farid, que aparecía en los registros como muerto el 10 de agosto de 1992, en tierras egipcias.