Hoda Muthana le dijo a su familia en Alabama que viajaría a Turquía para una actividad universitaria pero sus planes eran otros. Al llegar a su destino, la joven –que entonces tenía 19 años– cruzó la frontera hacia Siria, donde se unió al autodenominado Estado Islámico (EI). (Abatido en Siria el yihadista detrás de la masacre en el teatro Le Bataclan)
Desde allí, comenzó a participar en las campañas en redes sociales de EI, invitando a cometer atentados terroristas en Estados Unidos. (Viaja al Estado Islámico para ser «novia yihadista» y ahora pide «compasión» para volver a Reino Unido)
“Estadounidenses despierten. Hombres y mujeres juntos. Tienen mucho que hacer mientras viven bajo nuestro mayor enemigo, basta de dormir. Vayan en vehículos y derramen toda la sangre de ellos, o alquilen un gran camión y atropéllenlos”, dijo entonces en un tweet publicado en marzo de 2015, según informó entonces Buzzfeed.
Arrepentida, ahora Muthana quiere regresar a Estados Unidos pero el presidente Donald Trump no quiere que se le permita volver, pese a que ella asegura ser ciudadana de ese país.
“He ordenado al secretario de Estado, Mike Pompeo, y él está plenamente de acuerdo, no permitir el regreso de Hoda Muthana al país“, dijo Trump en un mensaje de Twitter.
I have instructed Secretary of State Mike Pompeo, and he fully agrees, not to allow Hoda Muthana back into the Country!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 20 de febrero de 2019
Origen: Yemen
Muthana nació en Hackensack, Nueva Jersey, el 28 de octubre de 1994, según documentación presentada por su abogado, Hassan Shibly.
En principio, ese hecho por si solo debería poder hacerla acreedora de la ciudadanía estadounidense pues, por lo general, ese país otorga la nacionalidad a quienes nacen en su territorio.
Sin embargo, el hecho de que su padre sea un exdiplomático yemení que trabajaba en la misión de ese país en la ONU podría colocarla en una situación de excepción a esa regla pues los hijos de funcionarios extranjeros nacen bajo la jurisdicción del país de sus progenitores.
Esa, aparentemente, sería la base de la argumentación de Pompeo, quien este miércoles afirmó que Muthana «no tiene ninguna base legal, ningún pasaporte estadounidense válido, ni derecho a pasaporte, ni ninguna visa para viajar a Estados Unidos».
«Hoda Muthana no es una ciudadana estadounidense y no será admitida en Estados Unidos«, dijo el funcionario en una declaración.
Según Shibly, sin embargo, señala que el padre de Muthana abandonó su trabajo como diplomático el 1 de septiembre de 1994, antes del nacimiento de la mujer.
«Hoda Muthana tenía un pasaporte estadounidense válido y es ciudadana de ese país», dijo el abogado, quien acusó al gobierno de Trump de querer arrebatar la ciudadanía a personas a quienes les corresponde.
Charlie Swift, director del Centro de Derecho Constitucional para Musulmanes en Estados Unidos, le dijo al diario The New York Times que, de hecho, Muthana había tenido dos pasaportes estadounidenses: uno cuando era una niña, y un segundo que era una renovación que obtuvo antes de marchar a Siria.
Enfrentar las consecuencias
Durante su tiempo en Siria, además de propagandista de EI, Muthana estuvo casada con tres milicianos de esta organización, de los cuales dos murieron.
Ella ahora tiene un bebé de 18 meses y desea volver a Estados Unidos. «Espero que en Estados Unidos no piensen que soy una amenaza para ellos y espero que puedan aceptarme», dijo la mujer, quien asegura que EI le había lavado el cerebro.
Muthana dice haber huido de EI hace unas seis semanas. Fue capturada por las fuerzas kurdas e internada en un campo de refugiados en el norte de Siria. Shibly asegura que intenta entregarse a las autoridades estadounidenses para enfrentar las consecuencias de sus actos.
No queda claro, sin embargo, que vaya a poder hacerlo en los términos en los que ella preveía.