La masacre de Nueva Zelanda aún sigue dando mucho de qué hablar. Michelle Evans tuvo un conmovedor gesto ha dado la vuelta al mundo. Con rifle en mano y un hiyab cubriendo su cabello, esta policía de Nueva Zelanda hizo guardia en el cementerio de Christchurch, mientras familiares y amigos se despedían de las víctimas de la masacre terrorista perpetrada en dos mezquitas de la ciudad. ( ¿Es menos pecado o delito asesinar a 148 cristianos en Kenia que a 50 musulmanes en Nueva Zelanda?)
«No nos iremos hasta que estemos seguros de que todo el mundo está a salvo» dijo la joven de 24 años, cuando le tomaron las fotografías. ( Brenton Tarrant, el ejecutor de musulmanes de Nueva Zelanda, no quiere abogado y compró las armas por internet)
Michelle Evans, que mostró durante la jornada un semblante triste y respetuoso, colocó sobre su chaleco antibalas una rosa roja. Su decisión fue aplaudida por muchos usuarios que señalaron que su sentimiento reflejaba la conmoción de los neozelandeses tras la tragedia.
En una entrevista con The Whanganui Chronicle, la oficial de policía contó que se unió al cuerpo de seguridad en el año 2016 para servir a la comunidad Whanganui, en la que ella creció.
«Quiero que mi carrera sea aquí. Amo Whanganui. Es una preciosa y pequeña ciudad y aquí es donde quiero vivir» dijo la joven.
Además, relató que en su tiempo libre le gusta pintar y leer sobre temas de sanidad y psicología. Respecto a su trabajo explicó: «No son normales las cargas que tiene que soportar un policía, tanto emocionales como físicas y mentales».
No solo ella mostró su solidaridad con la comunidad musulmana del país en estos días. Durante la guardia, su compañero se quitó la gorra del uniforme para mostrar sus respetos y condolencias a las personas que llegaban al funeral.
Una pandilla de moteros protegió los alrededores de la mezquita Jamia Masjid, ubicada en Hamilton, en la Isla Norte. El grupo vigiló la zona mientras los practicantes acudían a su jornada de oración.
El mismo día cientos de personas de distintas religiones se unieron frente a la mezquita Al Noor, uno de los recintos atacados por el supremacista Brentont Tarrant el pasado 15 de marzo.
El terrorista, que retransmitió por Facebook Live la masacre, asesinó a 50 personas que rezaban en dos mezquitas de Christchurch, además de dejar un saldo de 40 heridos
Durante el acto del viernes, la primera ministra del país, Jacinda Ardern, apareció con un hiyab y dedicó unas palabras a los allegados de las víctimas.
«Nueva Zelanda llora con ustedes. Somos uno» dijo antes de que comenzaran los dos minutos de silencio.