Una mujer estadounidense transmitió en vivo el nacimiento de su cuarto hijo, al que tuvo sin asistencia médica y en el baño de su casa solo 35 minutos después de que comenzara el video. (EEUU: Apuñalan a una mujer embarazada 10 veces y la usan de rehén para robar su auto)
Kara Baker, de 28 años, se inclinó por el parto natural después de sufrir una experiencia traumática con su primogénito. La habitante de Misuri confesó que el aspecto más shockeante fue tener que pagar una factura médica de USD 40.000 por haber dado a luz. (Colombia: Una bebé nace «embarazada» de su hermano gemelo)
Principalmente por este motivo, la mujer decidió renunciar a los hospitales y centros de maternidad. En lugar de ello, se propuso dar a luz en casa con la única compañía de su esposo y el resto de su hijos.
Después de dos partos sin asistencia médica que resultaron exitosos, la mujer decidió grabar el nacimiento de su cuarto hijo y transmitirlo en vivo por Facebook. Dijo que lo hizo para romper el tabú que existe en torno a los partos caseros.
Cientos de internautas pudieron apreciar el momento en el que Molly Fay Baker vino al mundo, el pasado 23 de marzo de 2019.
Kara le contó al Daily Mail que su primer parto, a pesar de haber sido en un hospital, fue una experiencia terrible. «No había un médico allí para’ entregar ‘a mi bebé, solo las enfermeras, no practicaron el pinzamiento del cordón, me desanimaron de amamantar y la factura fue de USD 40,000″, explicó.
Durante su búsqueda en internet encontró un video que la inspiró como ningún otro. «Era una mujer que daba a luz sin ayuda, con su esposo e hijos presentes, y mientras empujaba a su bebé hacia afuera».
Explicó que ver tanto nacimientos naturales le ayudó a superar el estigma y «las historias de terror que nos cuentan». Kara siente que al unirse a las madres que están rompiendo tabúes en Internet, también ayudará a otras que según ella que han sido «condicionadas» a temer al nacimiento.
«Quiero cambiar la perspectiva de los partos. El nacimiento no es un evento médico, no se debe temer y no tiene que ser doloroso», agregó.
«Las empresas nos dicen qué hacer y qué pensar, en lugar de escuchar nuestros cuerpos y dar a luz de la manera en que las personas lo han hecho durante miles de años«, concluyó.
