El presidente de EEUU, Donald Trump, amenazó con cerrar la frontera de su país con México y ese hecho bastó para generar un incremento histórico del precio del aguacate, que registró un alza del 34 %.
Tal situación ha generado pánico en México, por el interés del crimen organizado en Michoacán, entidad puntera de la exportación de lado sur de la frontera, para hacerse del control de tierras para el producto.
Un caso simbólico de esta ambición se presentó recientemente en el municipio de Salvador Escalante, donde en febrero pasado mataron a tres agentes ministeriales que custodiaban una huerta de 200 hectáreas con cultivo de “oro verde” ,que había sido arrebatado al crimen organizado en 2007 por grupos de autodefensa que acusaron a Nazario Moreno “El Chayo”, líder de los Caballeros Templarios, de adueñarse ilegalmente de la propiedad.
Desde entonces han muerto ahí 13 personas (policías auxiliares, ministeriales y campesinos) en ataques a balazos. “Nadie sabe quién es el dueño”, dijo a la prensa local un agente de la policía local.
Michoacán tiene el liderazgo de exportación hacia Estados Unidos, Canadá, Francia y Japón con más 912,000 toneladas anuales en 215,000 hectáreas, según la Secretaría de Desarrollo Rural, una actividad que deriva en ambición de organizaciones por ampliar las ganancias a través de extorsiones y control de tierras.
“A estas alturas siguen apareciendo parcelas que no tienen vocación de cultivo”, advirtió Ricardo Luna, secretario de Medio Ambiente local.
En consecuencia, la tala ilegal va en incremento junto con los cambios irregulares de uso de suelo, el avance de la agricultura descontrolada para la plantación de aguacate. “Estos problemas se está extendiendo incluso a estados aledaños”, detalló el director de la Comisión Nacional Forestal, Jorge Castaños.
“Estuvimos en Jalisco y aflora el mismo problema de tala ilegal. Mucha madera que viene de ese estado está entrando a Michoacán y atrás de eso, sabemos por voz de la gente que están esos grupos”.
Organizaciones del crimen organizado que otrora se dedicaban al tráfico y fabricación de droga como el Cártel Jalisco Nueva Generación, Familia Michoacana, los Viagras y los Caballeros Templarios mudaron de actividades para extorsionar a productores o adueñarse del proceso de siembra, cultivo y exportación de aguacate ante el éxito de la exportación hacia Estados Unidos.
“Ellos ponen el ojo donde hay más dinero”, denunció uno de los fundadores de grupos de autodefensa en Michocán y activista social José Manuel Mireles desde 2013.
El levantamiento armado de los civiles disminuyeron la denuncias, pero no la violencia (en 2018 hubo alrededor de cinco asesinatos violentos al día). El pasado 6 de marzo un presunto delincuente a quien se identificó como “El Cepillo” fue asesinado en el municipio de Uruapan. Los pobladores dijeron que les cobraba cuotas de extorsión para la organización de Los Viagras.