Una mujer alemana convertida al islam está acusada en Alemania, junto con su esposo, de mantener como esclava a una niña de 5 años cuando era miembro del grupo Estado Islámico en Irak y dejarla morir de sed bajo el sol abrasador. (Impiden el atentado terrorista de un estadounidense inspirado por el ISIS)
La mujer, de 27 años e identificada solamente como Jennifer W., está acusada de asesinato, crímenes de guerra y membresía en una organización terrorista. Podría ser sentenciada a cadena perpetua en caso de ser hallada culpable en el tribunal en Múnich. ( Fanatismo Islámico: la víspera de su derrota, los terroristas del ISIS decapitaron a 50 esclavas sexuales)
En el sistema judicial alemán no hay una declaración preliminar del acusado, y el abogado de la mujer, Seda Basay-Yildiz, dijo que ella no tenía declaración alguna con respecto a los cargos en su contra, informó la agencia noticiosa dpa.
La madre de la chiquita será llamada como testigo, y es también codemandante. Una de sus abogadas es Amal Clooney, quien se especializa en derecho internacional y derechos humanos. Ninguna estaba en la audiencia inicial en el tribunal, en que se declare un receso de tres semanas, pero Clooney dijo en un comunicado que espera que el caso anime más procesos contra miembros del Estado Islámico que regresan del Medio Oriente.
La ONU ha calificado de genocidio la campaña armada del Estado Islámico contra las tierras ancestrales de los yazidi en el norte de Irak en el 2014, afirmando que «los 400.000 yazidi han sido desplazados, capturados o asesinados». De los miles capturados por el Estado Islámico, a los niños se les obligaba a combatir, los hombres eran fusilados si se negaban a convertirse al islam -y a veces fusilados aunque aceptaban- y las mujeres y niñas eran vendidas como esclavas.
«Las víctimas del genocidio yazidi han esperado demasiado por la llegada de la justicia», dijo Clooney. «Espero que este sea el primero de muchos juicios que lleve al Estado Islámico a justicia de acuerdo con el derecho internacional».
La acusada en el caso de Múnich, que abandonó la escuela tras completar el octavo grado, se crió protestante en Sajonia del Sur pero se convirtió al islam en el 2013, según un largo perfil de ella publicado por el diario Sueddeutsche Zeitung.
Según la fiscalía, en el 2014 se fue a Irak, atravesando Turquía y Siria, para incorporarse al Estado Islámico.
En el 2015, como miembro de la «Patrulla Moral» de la milicia, vigilaba parques de Faluya y Mosul, armada con fusil y pistola y chaleco explosivo, a la caza de mujeres que nos estuvieran acatando el rígido código de conducta islámico, según el expediente.
