Historias insólitas

Enfermera secuestrada por ISIS podría estar viva en Siria

La organización aseguró que fue vista con vida en diciembre de 2018, mientras el gobierno de Nueva Zelanda continúa la búsqueda

Enfermera secuestrada por ISIS podría estar viva en Siria
Louisa Akavi

Una enfermera de Nueva Zelanda secuestrada en Siria por el Estado Islámico en 2013 aún podría estar viva, reveló por primera vez el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR, por sus siglas en inglés) en un llamamiento para averiguar qué sucedió con tres de sus colaboradores. ( La inglesa de ISIS que pide que la dejen volver a Londres ‘abrochaba’ los chalecos bomba a los terroristas suicidas)

Louisa Akavi fue secuestrada junto con los chóferes sirios Alaa Rajab y Nabil Bakdounes mientras viajaban en un convoy de la Cruz Roja que entregaba suministros a Idlib, en el noroeste del país. ( Alemania: Juzgarán a una mujer del ISIS por esclavizar y dejar morir de sed a una niña yazidí de 5 años)

Unos hombres armados detuvieron su convoy el 13 de octubre de 2013 y secuestraron a siete personas, cuatro de las cuales fueron liberadas al día siguiente.

El CICR dijo que creía que habían sido secuestrados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI). Poco después de su secuestro, el CICR dijo que el convoy humanitario era reconocible porque tenía el famoso emblema de la organización, una cruz roja sobre fondo blanco.

«Nuestra última información creíble indica que Louisa estaba viva a fines de 2018», dijo la Cruz Roja el domingo en una declaración desde Ginebra. «El CICR nunca ha podido conocer más detalles sobre Alaa y Nabil, y se desconoce su destino», agregó.

El New York Times ha informado que la Cruz Roja tiene motivos para creer que está viva, porque al menos dos personas dijeron haberla visto en diciembre en una clínica en Sousa, una de las aldeas que que quedaron en manos de ISIS hasta el final.

«Estamos hablando para honrar y reconocer públicamente el sufrimiento y las dificultades que superaron Louisa, Alaa y Nabil», dijo la declaración del CICR.

Por su parte, Nueva Zelanda dijo que no estaba de acuerdo con hacer pública la noticia del secuestro, pero confirmó que había enviado una unidad de las fuerzas especiales a Siria para buscar a Akavi.

«Esto ha involucrado a miembros de la NZDF (Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda) provenientes de la Fuerza de Operaciones Especiales, y el personal ha visitado Siria de vez en cuando según fuera necesario», dijo el lunes el viceprimer ministro de Nueva Zelanda, Winston Peters.

«Este equipo no combatiente se centró específicamente en localizar a Louisa e identificar oportunidades para rescatarla», afirmó. «Los esfuerzos para localizar y recuperar a Louisa están en curso, y hay una serie de asuntos operacionales o de inteligencia que el gobierno no comentará», agregó Peters.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, expresó su decepción por la información divulgada por el CICR y se negó a responder preguntas en su conferencia de prensa semanal el lunes.

«La opinión del gobierno sigue siendo que sería preferible si este caso no fuera del dominio público», dijo.

«Humanitaria compasiva»

Peters dijo que la información sobre el secuestro no había sido divulgada previamente por temor a que la publicidad expusiera a los rehenes a un mayor riesgo. Los medios de comunicación de Nueva Zelanda también acordaron no publicar la noticia.

«En estas situaciones, la prioridad debe ser la seguridad del rehén y recibimos recomendaciones claras de que cualquier publicidad pondría a Louisa en un riesgo aún mayor», dijo Peters.

El director de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja, Dominik Stillhart, dijo que era un «momento extremadamente difícil» para las familias de los tres secuestrados.

«Louisa es una verdadera y compasiva humanitaria. Alaa y Nabil fueron colegas comprometidos y una parte integral de nuestras entregas de ayuda», afirmó.

«Hacemos un llamado a cualquiera que tenga información para que se presente. Si nuestros colegas aún están secuestrados, pedimos su liberación inmediata e incondicional».

Louisa Akavi era una enfermera «experimentada, dedicada y reconocida por su fortaleza de carácter» que, antes de su secuestro, había completado 17 misiones sobre el terreno para la Cruz Roja de Nueva Zelanda y el CICR, dijo el comunicado. Rajab y Bakdounes eran «esposos y padres dedicados», agregó.

Un portavoz de la familia de Akavi, Tuaine Robati, dijo que la mujer estaba consciente de los peligros que enfrentaba.

«Ella ya ha pasado antes por momentos difíciles en su trabajo, pero está comprometida con él porque le encanta», dijo.

«Louisa es una enfermera y trabajadora humanitaria increíblemente experimentada que conocía los riesgos de su trabajo», agregó.»Nuestra familia la extraña mucho y está preocupada por su seguridad».

La guerra en Siria, que comenzó en 2011, ha cobrado más de 370,000 vidas y ha obligado a millones de personas a huir de sus hogares.

Las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos y respaldadas por una coalición liderada por Estados Unidos, capturaron el último bastión de ISIS en el este de Siria el 23 de marzo y detuvo a miles de presuntos combatientes del grupo terrorista.

Pero esto podría hacer que sea más difícil encontrar a Akavi.

La Cruz Roja cuenta con 98 trabajadores extranjeros y 580 sirios que trabajan en el país. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos acusa a ISIS de secuestrar a miles de personas desde 2014.

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