Sostener relaciones sexuales entre miembros de la iglesia no es pecado. Es lo que han alegado un grupo de sacerdotes y diáconos en Valledupar, Colombia.
Ahora son investigados por tener sexo y realizar prácicas esotéricas, mientras han sido suspendidos de sus funciones por el tribunal eclesiástico de la diócesis de Vic, de Barcelona, España.(«Las monjas siguen sufriendo abusos en continentes como Europa»)
«Promulgaban la idea de que, si Dios hizo el amor, los religiosos no tendrían por qué dejar de hacerlo», explicó al noticiero CM& el sacerdote Norberto Mogollón, director Pastoral de la Diócesis de Valledupar, quien pidió al Vaticano investigar a 17 curas y dos laicas por no practicar el celibato, una de las doctrinas de la Iglesia Católica.
Los religiosos en cuestión pertenecen a la Asociación Seminario del Pueblo de Dios, que nació en Barcelona en 1977 y fue extinguida por el Tribunal eclesiástico en 2017, por impartir una doctrina distinta a las tradiciones católicas; según detalló el diario El País, de España.
Este seminario creado por fieles laicos planteaba una forma de vida agnóstica, que se aleja de la teología de los cátaros que practica la iglesia.
Aunque en su momento sus miembros fueron suspendidos, muchos no acataron la decisión y se fueron a otros lugares del mundo. Fue así como llegaron a Colombia y otros países de América, aunque siempre han estado en la mira de las autoridades eclesiásticas, que los señalan incluso de realizar ritos esotéricos.
La diócesis de Vic indicó que los religiosos deben «salir de manera preventiva del ejercicio público del ministerio»; es decir, que no pueden impartir misas en iglesias ni en lugares públicos, mientras son juzgados a puerta cerrada de acuerdo con el derecho canónico.(Las monjas exigen plena igualdad a los curas en la Iglesia y poder «votar en los Sínodos» )
La investigación detalla que el grupo de religiosos, todos mayores de edad, realizaba prácticas sexuales entre hombres y mujeres de manera consentida, por lo que no incurrieron en un delito penal pero sí católico.
«Hay que preservar el derecho a la buena fama y la presunción de inocencia de todos los implicados», precisó la Conferencia Episcopal Tarraconense, de España.
Esta entidad católica que integran los obispos de las provincias eclesiásticas de Tarragona y Barcelona, en España, explicaron por medio de su agencia de prensa que los 17 religiosos, pese a la sanción que les habían impuesto en 2017, tenían espacios en parroquias y conventos en España y Colombia.