Las autoridades no saben qué hacer con el «estadounidense más odiado». Exactamente un año después de ser trasladado desde Brooklyn a una prisión federal de baja seguridad en Nueva Jersey, Martin Shkreli hizo el viaje contrario, como castigo por haber violado las normas usando un teléfono celular de contrabando para gerenciar su compañía farmacéutica Phoenixus AG desde la cárcel. (Abuela irá a prisión por encubrir el asesinato de su nieta)
La denuncia original la hizo el diario The Wall Street Journal en marzo pasado. Shkreli (36) fue recluido en abril de 2018 para pasar 7 años en una prisión de baja seguridad es Fort Dix (NJ), pero en castigo ahora fue enviado al Centro de Detención Metropolitano en Brooklyn, informó CNBC, citando a la Oficina de Prisiones de Estados Unidos (BOP). (Atacan en prisión al líder de la «milicia pro Trump» que detenía inmigrantes)
De allí será eventualmente transferido a una instalación federal en Allenwood, Pennsylvania, dijo su abogado, Benjamin Brafman, refiriéndose a la mudanza sólo como «una formalidad».
El llamado «hombre más odiado de Estados Unidos» por aumentar en 5 mil por ciento el precio de un medicamento vital, tiene un patrón de arrogancia y rebeldía. Aunque supuestamente no puede usar un teléfono, desde la cárcel también se ha mantenido activo en las redes sociales.
I introduced some of my fellow inmates to jazz music. Feels like that Talladega movie with Will Farrell. Sounds like someone is strangling a cat!
(Posted by a friend)
— Martin Shkreli (@RealShkreli) 19 de marzo de 2019
Se declaró culpable en agosto de 2017 de estafar a inversionistas en lo que los fiscales denominaron un esquema Ponzi de $11 millones de dólares. Dos meses después perdió su libertad bajo fianza por publicar un mensaje en Facebook ofreciendo pagar una recompensa de $5 mil dólares a quien le trajera un mechón del pelo de la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
En marzo de 2018 fue sentenciado por fraude financiero. Los fiscales dijeron en el juicio que el inversionista, conocido por el apodo de «Pharma Bro», era un manipulador supremo que había defraudado a inversionistas y merecía 15 años en prisión.