Estados Unidos ha vuelto a implementar la pena de muerte. Scotty Morrow fue declarado muerto tras recibir una inyección letal en la prisión de Jackson, Georgia. Tenía 52 años y había pasado la mayor parte de su vida adulta en prisión. (Un adolescente decapitó a un compañero de clase porque sospechaba que se acostó con su novia )
El 29 de diciembre de 1994, Morrow recibió una llamada de su entonces novia, Barbara Ann Young. Ella le comunicó que daba definitivamente la relación por terminada pese a los intentos del hoy ejecutado de reconciliarse. Según aseguraron después los fiscales, durante las semanas que precedieron esa llamada Morrow aterrorizó a Young, abusando sexualmente de ella y maltratándola físicamente. (Bailarina hace este baile sexy a un hombre y su novia cabreada responde así…)
Esa misma noche, Morrow condujo hasta la casa de Young, al norte de Atlanta, donde la mujer se encontraba acompañada de su hijo de cinco años y de sus amigas Tonya Woods y LaToya Horne. Mientras Young se escondía en el baño, Morrow disparó en el estómago a Woods y luego fue en busca de su ex pareja.
Tumbó la puerta, golpeó a Young y la mató de un disparo en la cabeza. Después ejecutó a la malherida Woods de otro tiro en la cabeza y también disparó, en este caso en la cara, a Horne, que sobrevivió.
Por esos crímenes fue condenado a muerte por un jurado en 1999, pasados más de cuatro años. Antes de su ejecución, el estado Georgia le sirvió a Morrow una última cena a su gusto que incluyó una hamburguesa, wafles con pollo, dos perros calientes, una bolsa de palomitas de maíz, medio litro de helado de nueces de pecan de postre y una limonada grande. También recibió las visitas de 10 de sus familiares, un amigo, dos religiosos y sus abogados.
La ejecución de Morrow fue la primera del año en Georgia y la sexta en Estados Unidos. Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte en 1976 en el país, 1.495 personas han sido ejecutadas, 73 de ellas en Georgia.