Las rupturas amorosas pueden ser muy dolorosas, pero un ciudadano brasileño lo ha llevado hasta el siguiente nivel. Ugo Leonardo Da Costa Jardim, de 34 años, en un episodio psicótico, se desnudó, intentó arrancarse los genitales y, al no lograrlo, se sacó ambos ojos con sus propias manos. ( Celoso compulsivo tortura a su novia e intenta sacarle los ojos por dar un like en facebook)
El hombre, quien reside y vive en Paraguay, es estudiante de medicina, salió de la capilla San Blas de Ciudad del Este alrededor de las 10:20 y se quitó la ropa sobre la avenida Oscar Rivas Ortellado y Curupayty, en el barrio Juan E. O’Leary, más conocido como barrio Catedral, de Ciudad del Este. ( [VIDEO] La asquerosa venganza de esta chica a su novio que no le prestaba atención y sólo tenía ojos para su móvil)
Después se arrodilló y alzó las manos al cielo, posteriormente comenzó a arrancarse el ojo izquierdo, logrando extraer completamente el globo ocular con el nervio óptico, posteriormente siguió con el derecho, cuando intervinieron transeúntes, sin embargo, ya se lo había retirado también.
Al día siguiente fue cuando se desnudó por completo, se arrodilló, levantó las manos y se arrancó uno de sus ojos, mientras que el otro quedó con el glóbulo ocular destrozado. Como si fuera poco, también intentó extirparse los testículos.
Las primeras versiones de algunos medios señalaron que el hombre habría hecho tal acto debido a que no dejaba de ver «fantasmas» en sus alucinaciones, sin embargo medios locales refieren en base a entrevistas de espectadores y amigos que fue por la depresión por haber terminado con su novia y muy probablemente por estar bajo influjos de alguna sustancia psicotrópica.
El médico Federico Schrodel, quien lo atendió, refirió que esta extracción fue casi quirúrgica. «Él llegó ya sin ambos globos oculares. Es la primera vez que vimos una automutilación, por lo doloroso que será», señaló a las estaciones de radio local 970, 1000 AM y R800 AM.
«Podría existir una enfermedad de base psiquiátrica, pero él no está apto para afirmarlo, está sedado, pero alcanzó a decirnos que dejó la medicación hace meses», contó y añadió que no puede precisar cuál será, porque no poseen el historial médico, aunque podría ser esquizofrenia o un trastorno límite de la personalidad.
Sus compañeros aseguran que era muy religioso, rezaba frecuentemente, iba a misa y ni siquiera consumía alcohol, sin embargo, por su comportamiento, el médico sospecha que ese día pudo haber consumido metanfetamina o algún tipo de droga similar, como la droga zombie, Flakka o Spice.
«Sus compañeros dicen que es una persona muy religiosa, es de San Pablo, de donde hace cinco días regresó, donde cursa sus estudios. Él comentó a un compañero que terminó una relación y que estaba muy triste«, sostuvo el director del establecimiento.
Schrodel reveló que el brasileño dejó en los últimos meses un tratamiento que recibía desde pequeño, al parecer estaba muy deprimido por el evento de ruptura, además relató que vivía con sus tíos, porque a los cinco años murió su padre y a los ocho años también la madre.
De momento, el hombre está recibiendo fuertes calmantes y se esperan los resultados de del estudio psicológico, además del toxicológico. Luego será llevado a Brasil, donde antes vivía con sus tíos.
Más casos
El año pasado también una joven en los Estados Unidos se arrancó los ojos y gracias a ello tuvo increíble transformación, Kaylee Muthart, tenía adicción a la metanfetamina.
En otro caso, se vivió una imagen que parecía sacada de una escena de película gore cuando un joven menor de edad completamente desnudo se acercó a la parte delantera de un colectivo frenado y empezó a pegarle cabezazos al parabrisas delantero. La gente en el interior del vehículo, entre aterrorizada e indignada, miró la escena y no hizo más que lamentarse por lo presenciado.
El hecho ocurrió durante la noche de diciembre de 2017 en la localidad de Florencio Varela. Un joven, afectado por lo que después se conocería como la droga de los zombies, deambuló por las calles de la ciudad sin ropa y expuso una actitud extremadamente violenta tanto con lo que se encontraba como consigo mismo.