La difícil migración hacia Estados Unidos ha vuelto a dejar un caso de abuso a quienes sólo sueñan con un futuro mejor. El triste caso de abuso migratorio se dio a conocer en Nueva Jersey donde una mujer fue condenada por esclavizar a una inmigrante obligándola a realizar trabajos forzados sin recibir pago por cerca de nueve años. ( Una inmigrante pone una cámara oculta y pilla a su marido violando a su hija menor)
Alia Imad Faleh Al Hunaity, también conocida como «Alia Al Qaternah», fue condenada por cargos de trabajo forzoso, refugio extranjero para obtener ganancias financieras y fraude matrimonial, informaron las autoridades migratorias de EEUU. (El asqueroso crimen de un inmigrante que usa EEUU para promocionar las deportaciones)
«La acusada se aprovechó de la víctima durante años, obligándola a vivir en condiciones terribles, a trabajar sin paga, y luego contrajo un matrimonio fraudulento para continuar el ciclo de abuso», dijo el Secretario de Justicia Auxiliar Eric Dreiband.
Las autoridades aseguraron que Al-Hunaity, de 43 años, mantuvo a la víctima en EEUU de forma ilegal escondiéndola en su casa con el fin de obligarla a realizar tareas domésticas sin recibir ningún tipo de pago, privacidad o la capacidad de moverse libremente.
De acuerdo al informe oficial la mujer trajo a su víctima, una ciudadana de Sri Lanka a los Estados Unidos con una visa temporal en 2009 para realizar trabajo doméstico.
Hunaity hizo que la víctima se quedara por más tiempo de su visa y permaneciera en los Estados Unidos como indocumentada durante más de nueve años. La acusada la forzaba a cocinar y limpiar sus hogares en Woodland Park y Secaucus, Nueva Jersey, y a cuidar a sus tres hijos, todo sin recibir un dólar.
Pero no solo eso la mujer también impedía que su víctima saliera de su casa. Es más durante estos nueve años la obligó a dormir en una cama en espacios público de la casa.
Sin embargo todo cambió cuando en 2018, Hunaity obligó a la víctima a casarse con ella para que pudiera obtener la residencia legal y así poder seguir abusando de ella sin temor a que fuera descubierta y deportada.
Luego de su condena la semana pasada, Alia Al Qaternah enfrenta una pena de prisión máxima de 20 años y una multa de 250.000 dólares.