«Prepárense, porque la reforma ha llegado«.
Con tales palabras Lori Lightfoot asumió como primera alcaldesa afroamericana y lesbiana de Chicago, lo hizo el pasado lunes 20 de mayo de 2019, tras prometer en su campaña que implantaría un «nuevo nivel de integridad» en el gobierno de la ciudad.(Mujer, negra y lesbiana: Así es la ‘revolucionaria’ nueva alcaldesa de Chicago )
La democrata aseguró a los concejales, así como al resto de personajes influyentes en su juramentación que cumplirá lo que prometió en la campaña acerca de aplicar reformas a fondo en la tercera mayor ciudad de Estados Unidos.
«Durante años han dicho que Chicago no está lista para una reforma», afirmó Lightfoot en declaraciones minutos después de su juramentación en la arena Wintrust.
Habló de restringir algunos poderes de los concejales municipales con el fin de disminuir las tentaciones de corrupción, y que entre sus prioridades principales estarán los cambios estructurales para reducir la violencia con armas.
Horas después firmó una orden ejecutiva en la que limita las prerrogativas de los concejales, una costumbre que le permite a cada concejal dirigir la zonificación en su distrito electoral.
Entre los desafíos más difíciles que enfrenta (y tal vez uno de los que serán escudriñados más de cerca desde fuera de la ciudad) será reestructurar al acosado Departamento de Policía de Chicago.
Lightfoot no es la primera alcaldesa de Chicago que promete reformar un departamento acusado durante décadas de cometer excesos. Pero con un plan monitoreado por la corte, aprobado recientemente por el juez federal de distrito Robert Dow, tiene la mejor oportunidad de lograrlo realmente.
Lightfoot, que hizo historia en abril cuando derrotó a una política de larga trayectoria para convertirse en la primera alcaldesa negra y abiertamente lesbiana en ser elegida para encabezar a Chicago, indicó unos días antes de su juramentación que habla en serio acerca de transformar la fuerza de 13.000 agentes al nombrar a personal directivo con antecedentes de ser firme partidario de una reforma policial.
Novata en política, pues nunca antes ejerció un cargo público, Lightfoot sorprendió el mes pasado a todos al obtener el 74 % de los votos en la segunda vuelta de la elección a la Alcaldía.
«Creo que ella es una verdadera reformista«, dijo Phil Turner, que al igual que Lightfoot es un exfiscal federal en Chicago. «Pero existe una diferencia entre intentar reformar a la policía y la realidad. Ella enfrenta a muchas fuerzas hostiles al cambio«.
Los mayores problemas que enfrentará la nueva alcaldesa son las altas tasas de criminalidad, la brutalidad policial, la corrupción endémica y un déficit en las finanzas.
«La gente no puede vivir en vecindarios que se parecen a zonas de guerra. Basta de tiroteos. Basta de violencia», expresó Lightfoot sobre la violencia pandillera, la que más víctimas cobra en la ciudad.