La justicia francesa dio la sorpresa la noche del lunes al ordenar la reanudación de los tratamientos para mantener con vida a Vincent Lambert, un paciente en estado vegetativo desde hace más de 10 años, que habían sido interrumpidos por la mañana, hasta que un comité de la ONU se pronuncie sobre el caso.
La madre de Vincent Lambert, de 73 años y opuesta a que se interrumpieran los cuidados, declaró: «¡Se estaba eliminando a Vincent! ¡Es una grandísima victoria! Van a realimentarlo y volver a darle de beber. Por una vez, estoy orgullosa de la justicia«.
Por su parte, François Lambert, sobrino de Vincente que apoya a la esposa del paciente en la búsqueda de una muerte digna, reaccionó: «Es un verdadero sadismo por parte del sistema médico-judicial».
El caso ha dividido a su propia familia y generado un férreo debate en Francia sobre la eutanasia y la muerte digna.
Lambert sufrió en 2008, cuando tenía 32 años, un accidente automovilístico que lo dejó con daños cerebrales irreversibles.
Los padres de Lambert, católicos fervientes, se han opuesto vehementemente a poner fin a la vida de su hijo y han recurrido sistemáticamente las decisiones judiciales de cesar los cuidados médicos.
El sábado, enviaron una carta al presidente francés, Emmanuel Macron, pidiéndole que interviniera para mantener a su hijo con vida. Pero el mandatario estimó este lunes, en un mensaje publicado en Facebook, que «no [le] corresponde suspender» esta decisión tomada «entre sus médicos y su esposa, que es su tutora legal».
La esposa de Lambert, Rachel, cinco de sus hermanos y un sobrino, François, luchan desde hace años para desconectarlo y denuncian un ensañamiento terapéutico. Según ellos, Vincent Lambert no hubiera querido ser mantenido en vida a través de máquinas, pero no dejó ninguna consigna por escrito.
Los médicos habían decidido suspender los cuidados que recibe desde hace más de diez años a partir de este lunes, tras una última decisión del Consejo de Estado francés.
Pero la Corte de Apelación de París, a la que habían recurrido los padres de Vincent Lambert, ordenó la reanudación de los cuidados hasta que el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) de la ONU se pronuncie sobre este caso. Dicha instancia había solicitado a Francia que no se suspendiera la atención hasta que se examinara el fondo del asunto. Sin embargo, la ministra de Salud, Agnès Buzyn, sostuvo que el país no está obligado a respetar este pedido.
El tribunal parisino consideró que «independientemente del carácter obligatorio o vinculante de la medida de suspensión solicitada por el Comité, el Estado francés se comprometió a respetar este pacto internacional».
En un mensaje en alusión al caso de Lambert, el papa Francisco pidió el lunes en un tuit «proteger la vida». «Roguemos por cuantos viven en estado de grave enfermedad. Custodiemos siempre la vida, don de Dios, desde el inicio hasta su fin natural. No cedamos a la cultura del descarte», escribió el papa argentino en sus cuentas de Twitter en seis idiomas.
Roguemos por cuantos viven en estado de grave enfermedad. Custodiemos siempre la vida, don de Dios, desde el inicio hasta su fin natural. No cedamos a la cultura del descarte.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 20 de mayo de 2019
En una manifestación en París que congregó a varios cientos de personas que reclamaban «La vida para Vincent», se pudo oír un enorme clamor cuando uno de los abogados de sus padres, Jérôme Triomphe, anunció su victoria a la multitud. «¡Hemos ganado! ¡Vincent debe vivir! ¡Vincent vivirá!», gritó.