Inmigración en Estados Unidos

Una latina recién graduada corrió hasta la frontera para abrazar a su padre deportado

Una latina recién graduada corrió hasta la frontera para abrazar a su padre deportado
Sarai Ruiz

Una historia conmovedora se ha vuelto a vivir en la frontera de Estados Unidos con México. Todo empezó cuando el director pidió a los alumnos que regalaran a sus padres un aplauso durante la graduación, las lágrimas acudieron a los ojos de Sarai Ruiz. Su padre no estaba en el salón. Pensó en él, y en cómo le habría gustado que estuviera allí, acompañándola en un día tan importante. ( Chico despistado quiso invitar a una chica para su graduación, se equivoca de casa y pasa esto…)

Solo y ansioso por ver a Sarai con su birrete y su título en mano, su padre la esperaba en la frontera entre Laredo (EEUU) y Nuevo Laredo (México). Fue deportado hace más de diez años, sin posibilidad de ingresar de nuevo a EEUU. ( Gay sale del armario por la puerta grande: Durante el discurso de su graduación)

Sarai Ruiz nació en Wisconsin. Allí vivió con su familia hasta los cuatro años, momento en el que deportaron a su padre, que tuvo que regresar a Nuevo Laredo, lejos de su hija y de su esposa. Ellas permanecieron en EEUU por unos años más, hasta que tres años más tarde se volvieron a ver.

«Mi mamá me preguntó un día si quería ver a mi papá. Le dije que sí, porque quién no quiere volver a ver a su papá», relató la joven a la cadena Univisón.


Tras reencontrarse, la familia no pudo separarse de nuevo. Sarai y su madre, que también tiene nacionalidad estadounidense, se mudaron a Laredo, en Texas, y cada fin de semana cruzaban hasta México para que la pequeña pudiera ver a su padre.

«Vivíamos los tres en un cuarto chiquitico», recordó la recién graduada. La rutina se invirtió cuando la familia logró comprar una casa en México. Entonces, ellas se mudaron a Nuevo Laredo, y desde allí cruzaban cada día hacia EEUU para trabajar e ir a la escuela.

«Cruzábamos a las 05:00 am y llegábamos a las 06:00 am cuando aún la escuela no estaba abierta. Mi mamá me decía que me acostara a dormir en el carro mientras tanto. Fue pesado para mí, pero yo sabía que todas esas mañanas iban a ser por algo mejor», relató Saraí.

En su centro educativo, Hector Garcia Early College High School, ella no es la única que pasa por esa situación. Decenas de estudiantes realizan cada día la misma rutina que Saraí.

Así estuvieron durante más de 10 años, hasta el día de la graduación, este 24 de mayo. Entonces Saraí cruzó la frontera dos veces. Por la mañana acudió al ensayo de la ceremonia en su escuela. Al volver, su padre la esperaba en casa con un ramo de flores. Horas más tarde, Sarai volvió a Texas para asistir al gran evento.

«Me hizo sentir triste, porque veía a los otros papás juntos, a las familias completas, con padres, madres, abuelas. Y para mí solo eran mi madre y unas primas, pero no mi papá», se sinceró la estudiante.

«Hice un esfuerzo por no llorar cuando nos pidieron agradecer a nuestros padres, pues sabía que ahí sólo estaba mi mamá. Hoy puedo decir que aunque hayamos perdido tiempo de padre e hija… siempre estaré agradecida por sus sacrificios al poner su vida en riesgo tantas veces sólo para verme… Gracias papá», escribió en su cuenta de Facebook.

En la red social, Sarai compartió un emotivo video que ya suma más de 2.500.000 reproducciones y 10.000 comentarios. Con su toga de graduación y su título en mano, Sarai aparece en las imágenes corriendo hacia la frontera, donde su padre la espera llorando emocionado.

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