Donald Trump ha llevado todo tipo de escándalos con su llegada al Reino Unido. Pero no sólo por los comentarios que hiciera contra Meghan Markle, sino porque en el banquete de la reina, en el que estuvo el mandatario estadounidense, hubo otro show que no pasó inadvertido.(El principe Harry le hizo el feo a Trump en el banquete tras los insultos a Meghan Markle)
Y es que Kate Middleton tuvo que compartir el banquete de honor en Buckinham con Rose Hanbury, su examiga, nada más y na menos que la mujer señalada como amante de su marido, el príncipe Guillermo.
Tras los rumores y una supuesta foto de Guillermo con Rose en un club de Londres, la futura reina de Inglaterra exigió que Hanbury, indicada como la tercera en discordia en su matrimonio, no fuera más invitada a los eventos reales.(La foto que prueba los ‘cuernos’ del Príncipe Guillermo a su mujer)
La exmodelo, que además supo ser una de las mejores amigas de Middleton, es marquesa de Cholmondeley desde el año 2009 tras su casamiento con el aristócrata y millonario David Cholmondeley, 23 años mayor que ella.
La marquesa tiene peso en la familia real: su abuela paterna, Lady Rose Lambert, fue dama de honor de Isabel II en su boda con Felipe de Edimburgo, en 1947
Por tal motivo, el matrimonio fue invitado por la reina Isabell II a la cena de gala en honor al mandatario estadounidense y a la primera dama Melania Trump el lunes por la noche.(Toda la verdad detrás de los ‘cuernos’ del Príncipe Guillermo a Kate Middleton)
Fue la primera aparición pública de Hanbury desde que estallaron los rumores sobre su supuesta affaire con el hijo del príncipe Carlos mientras Middleton atravesaba su tercer embarazo.
Los tabloides locales señalan que Middleton, que impactó con un vestido de Alexander McQueen y una tiara que perteneció a Lady Di, ni siquiera se cruzó con la presunta amante de su marido.(Quién es Rose Hanbury, el amor furtivo del príncipe Guillermo… y ex mejor amiga de Kate Middleton)
Al parecer, la casa real montó un «operativo separación» para que no haya contacto ni fotografías de ellas durante el banquete al que asistieron 170 invitados, entre ellos 16 miembros de la familia real británica y la primera ministra, la conservadora Theresa May.