La comunidad internacional mira con preocupación la que podría ser una de las ejecuciones más crueles. Un joven saudita, que fue detenido en 2014, cuando tenía apenas 13 años, podría ser ejecutado mediante la crucifixión por participar en una serie de protestas dirigidas por chiitas, informó Amnistía Internacional.
Murtaja Qureiris, que actualmente tiene 18 años, está siendo enjuiciado por cargos que incluyen unirse a un «grupo terrorista» y «sembrar sedición», de acuerdo con el grupo de derechos humanos y con la cadena CNN, que fue el primer medio en reportar los detalles del caso.
El joven fue detenido en septiembre de 2014 en un país donde las protestas contra el Gobierno son ilegales, y desde entonces ha estado bajo reclusión, por momentos solitaria y bajo constantes golpizas. Primero fue encarcelado en Dar al Mulahaza y luego, trasladado a una prisión para adultos en Al Dammam.
Como es normal en los casos que involucran la seguridad nacional, Arabia Saudita no ha comentado detalles del caso, y se esperaba que el joven pudiera escapar de la pena de muerte, solicitada por la fiscalía en agosto de 2018.
Las inquietudes, sin embargo, han aumentado luego de que el reino ejecutara a 37 hombres en abril, muchos de los cuales eran miembros de la minoría chiitas. Entre los que recibieron la pena capital estaba un joven que fue detenido cuando tenía 16 años, según Amnistía Internacional.
La organización en defensa de los los Derechos Humanos condenó el juicio de algunos de ellos y dijo que fue «sumamente injusto».
Qureiris fue acusado por delitos que incluyen participar en protestas cuando tenía unos 10 años. Otra imputación se relaciona con su participación, a la edad de 11, en una manifestación contra el Gobierno, que se desató en el funeral de su hermano mayor, que murió mientras protestaba en 2011 durante la Primavera Árabe –movilizaciones a favor de la democracia que se llevaron a cabo en algunas partes de Medio Oriente–. También se lo acusa de lanzar cócteles Molotov durante algunas de estas protestas.
Pero su arresto llegó finalmente en septiembre de 2014, cuando tenía 13 años y participó de una protesta en bicicleta. La cadena CNN obtuvo imágenes de video del momento en el que el niño aparece sonriente sobre su bicicleta.
Ahora, la fiscalía busca no solo la pena capital, sino una de sus formas más brutales destinadas a los peores criminales: la crucifixión, o bien, el desmembramiento de su cuerpo posterior a la ejecución. Esto a pesar de que la práctica de ejecutar adultos por presuntos crímenes cometidos siendo niños está prohibida por las leyes internacionales.
La minoría de manifestantes chiitas del este de Arabia Saudita ha lanzado protestas este año para exigir igualdad de derechos y una mayor parte de la riqueza petrolera del reino, que se concentra en el este.
Los miembros de este grupo se quejan de la deficiencia de los servicios del gobierno, así como de la discriminación por parte de los clérigos del wahabismo ultraconservadores, respaldados por el Gobierno, y de sus seguidores, de la mayoría sunita.