El cyberbullying sigue destruyendo vidas. La familia de un joven padre que se quitó la vida después de recibir burlas en las redes sociales cree que aún estaría vivo si no fuera por los crueles comentarios de Facebook.
Desde la trágica muerte de Kenny Gregg a principios de este año, su familia, completamente devastada, está instando al gobierno a hacer más para controlar los trolls de internet.
Al parecer, el hombre de 27 años le envió por correo electrónico a su abogado una selección de los comentarios de Facebook de una publicación ampliamente compartida que su familia ahora cree que pudo haber sido lo que lo llevó al límite. Luego, Kenny envió a su hermana un trágico mensaje de Facebook diciéndole que la amaba, antes de suicidarse en la casa de sus padres, en Irlanda del Norte, el 3 de enero.
Sus últimas palabras a su madre fueron “Te amo”. Ella lo encontró sin vida en su cama por la mañana, después de tomar una sobredosis de pastillas. No fue hasta después de que perdieron a Kenny que su familia se enteró de una cruel publicación de Facebook que circulaba en línea sobre él, que es lo que los ha impulsado a presionar públicamente para que se produzcan cambios a raíz de su muerte.
Carolyn, la hermana de Kenny, le dijo a The Sun: “Hubo más de 40 comentarios horribles en este post, todos dijeron que Kenny horrible, sentía que su reputación estaba hecha jirones. Si no fuera por esos comentarios en Facebook, realmente creemos que Kenny todavía estaría vivo hoy.”
El hombre dejó a su niña de dos años, Esme. Su madre Ann le contó al sitio de noticias que Kenny era un “bromista” que usaba el humor “porque le encantaba hacer que la gente sonriera, incluso cuando estaba herido por dentro”.
Era un usuario entusiasta de las redes sociales, y una de sus publicaciones se volvió viral en los últimos años, luego de que tomó imágenes de él mismo mientras montaba un muñeco hinchable rosa en plena calle.
Kenny luchó por hacer frente a los comentarios negativos, pero perdió la batalla. No estaba en eu mejor momento personal. Después de romper con la madre de su hija, se había mudado con sus padres. Tomaba antidepresivos.
La hermana de Kenny comenzó una petición para la Semana de la Salud Mental en un intento por conseguir que las autoridades aborden el acoso en las redes sociales. La petición de Carolyn en Change.org ya ha conseguido cerca de 3,000 firmas.
En Inglaterra, de donde era Kenny, alrededor de 4,500 personas se quitan la vida cada año. En Estados Unidos, el suicidio se ha incrementado en casi un 30% en los últimos años, llegando a ser 45,000 las personas que se quitaron la vida en el 2016.