Un oso polar hambriento fue localizado en las afueras de la ciudad de Norilsk, en el Ártico Ruso, a más de 800 kilómetros de su hábitat tradicional, indicaron las autoridades locales. El animal estaba buscando comida entre la basura, visiblemente agotado. Las imágenes del pobre oso se subieron a redes sociales y se hicieron virales.
Está prevista la llegada a esta ciudad, situada más allá del círculo polar ártico, de un equipo de especialistas para inspeccionar al animal y decidir sobre su futuro.
Este tipo de situaciones en las que los osos se alejan de su hábitat natural y se adentran en las grandes ciudades en busca de comida son cada vez más frecuentes. Es la consecuencia del deterioro de sus condiciones ambientales provocado por el cambio climático y del deshielo.
Sin embargo, es poco frecuente que un oso polar llegue hasta Norilsk, a centenares de kilómetros de dónde suele vivir. En Rusia los osos polares están reconocidos como una especie en peligro de extinción y está prohibida su caza.