A todos se les va a caer el pelo y a unos cuantos la vida, porque las autoridades de Pekín, que llevan décadas haciendo la vista gorda en este tenebros asunto, han decidido ponerse las pilas para no seguir perdiendo imagen en la escena mundial.
Un total de 1.147 personas -1.130 mujeres extranjeras y 17 niños- han sido rescatadas en una macrorredada contra el tráfico de personas en China.
Durante el transcurso de la operación, llevada a cabo entre julio y diciembre del 2018, la Policía investigó 760 casos relacionados con el tráfico de personas y los matrimonios fraudulentos, lo que condujo al arresto de 1.332 sospechosos, de los cuales 262 son extranjeros.
La organización ha quedado “completamente” destruida.
De esos 1.332 detenidos, 1.130 están relacionados con el tráfico de personas, mientras que los 202 restantes fueron arrestados por supuesto fraude marital.
La investigación contó con la colaboración de otros cinco países -Myanmar, Camboya, Laos, Vietnam y Tailandia-, cuyas autoridades policiales se coordinaron para compartir información y datos sobre los movimientos de los sospechosos.
En este sentido, el portavoz del Ministerio de Seguridad Pública chino, Guo Lin, afirmó que en los últimos años algunos delincuentes, tanto locales como extranjeros, “han secuestrado a varias mujeres desde los países vecinos de China y las han vendido como esposas”.
Según el portavoz, la acción conjunta de los seis países ha destruido “completamente” las redes criminales de tráfico transnacional de personas a través del río Mekong, que cruza los seis países citados anteriormente.
Así, y con el objetivo de prevenir casos similares en el futuro, el Ministerio chino establecerá un mecanismo a largo plazo para “acabar con todas las cadenas de compra de mujeres que hayan sido secuestradas” en el extranjero.