Importante avance en la lucha contra el maltrato animal. Las autoridades brasileñas desmantelaron un grupo de cazadores de animales silvestres en la región amazónica del norte del país, cuyo miembro más antiguo habría matado más de mil jaguares desde 1987, informó la fiscalía.
Los siete hombres «actuaban en el interior de Acre (estado en el norte de Brasil, fronterizo con Perú) promoviendo desde hace varios años la «matanza de animales de la región, como jaguares, carpinchos, pecaríes, venados y otros», detalló la institución, que interceptó conversaciones entre sus miembros y vigiló sus actividades durante al menos tres meses. Tan solo en ese período organizaron 11 salidas a cazar, en las que mataron «ocho jaguares, 13 carpinchos, 10 pecaríes de collar y dos ciervos».
El integrante «más antiguo y más activo» del grupo fue identificado como Temístocles Barbosa Freire, un dentista. Según la fiscalía, Barbosa «caza ilegalmente animales silvestres por lo menos desde 1987, y hay informaciones de que él solo, puede haber matado más de mil jaguares en ese período».
Además de la caza ilegal, fueron denunciados por guardar la piel y la carne de los animales muertos y por integrar una «asociación criminal armada». Podrían enfrentar penas de prisión y multas, de acuerdo con la participación de cada uno en esos delitos, precisó la fiscalía.
El jaguar, mayor felino de América, se encuentra amenazado de extinción en varios biomas brasileños como la Mata Atlántica (bosque tropical costero) y la Caatinga (semiárido del nordeste). De los 55.000 jaguares que se estima existen en Brasil, 40.000 se encuentran en la Amazonia y 13.450 en el Pantanal, de acuerdo con el Instituto Chico Mendes de Conservación y Biodiversidad (ICMBio).
Por la disminución de su población en todo el continente, es considerada una especie «casi amenazada» por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).