Una de las peores pesadillas es encontrar un objeto inesperado en un plato de comida. Imagínate pedir unos delicioso nachos y encontrarte algo que no esperabas como “ingrediente”. No estamos hablando de un insecto o un cabello, sino algo más grande y extraño.
Eve Saint afirma que pidió unos nachos de una franquicia de Taco Bell en Fishkill, Nueva York. Cuando se los entregaron no podía creer lo que encontró en ellos. Al abrir la caja, entre el queso fundido y el guacamole vio un objeto redondo y grande, de color amarillo con una parte posterior de bronce atornillada.. Era el pomo de una puerta.
La mujer le tomó una foto y subió el post a sus redes sociales. Saint llamó al restaurante, entonces se enteró de que no era lo que parecía.
“Descubrí que es la bomba de un dispensador de queso”, le dijo a Hudson Valley Post en un mensaje. En un primer momento, la reacción de los empleados fue negativa. Le colgaron el teléfono y luego le dijeron que estaba mintiendo. Después, tal vez por la repercusión que tuvo su post, le ofrecieron nachos gratis.
El gerente de la tienda no quiso hacer comentarios, pero la oficina corporativa de Taco Bell calificó el incidente “muy seriamente”. “El franquiciado que posee y opera esta ubicación está investigando este asunto y se esfuerza por hacer las cosas bien con el cliente”, explicó Taco Bell a Fox News en un comunicado.
Saint ha criticado a la compañía en varias publicaciones de Facebook durante la última semana.
