«Era una pequeña alma sensible», así fue descrito Sam, el niño que se arrojó a las vías de un tren en Inglaterra tras sufrir bullying, por la madre de sus tres medias hermanas que se encuentran muy tristes por la muerte del niño de 14 años. Sam entregó sus pertenencias a unos amigos antes de acostarse sobre las vías del tren de Chertsey, Surrey, donde fue arrollado frente a sus compañeros de clases de un colegio católico de Inglaterra. El niño de 14 años era presuntamente molestado por otros menores de edad.
Deborah Barrett, la primera esposa del padre del adolescente, describió que la familia se encuentra muy triste por este acontecimiento y enojada porque la escuela no detectó los problemas que enfrentó el menor de edad antes de arrojarse al tren de Chertsey, Surrey, frente a sus compañeros. La madre de las tres medias hermanas de Sam dijo al Daily Mail: «Sophie, mi hija menor, me llamó el lunes y me contó lo que Sam había hecho y dijo que había sido acosado en la escuela. Entonces, ¿por qué la escuela no estaba haciendo nada? No soporta pensar en ello. Es horrible».
La mujer describió a Sam como «un buen niño con buen sentido del humor», además de «una pequeña alma sensible, una linda y pequeña persona que estaba interesada en los juegos. Era divertido y sarcástico con un gran sentido del humor. Aunque era tímido, solíamos hacerlo reír». Deborah mencionó que el adolescente era el menor de seis hermanos de una familia muy unida, que en estos momentos se encuentra devastada porque: «Esto es tan horrible para la familia. Ellos lo amaban, todos eran muy cercanos».
Lewis, uno de los pasajeros del tren que presenció todo, dijo para el mismo medio: «El tren se detuvo repentinamente con un solo carro a lo largo de la plataforma. Pensé que tal vez uno de los niños había dejado caer su teléfono cuando todos miraban hacia abajo a las ruedas del carro».
El joven de 28 años mencionó que: «Todos estaban mirando hacia abajo, lo que vieran debió haber sido horrible». Relató que la escena también fue dura para los paramédicos que intentaron ayudar a Sam.
«Cuando bajó allí, se derrumbó y estalló en lágrimas, fue lo más desgarrador», detalló. Sobre Sam, uno de sus vecinos lo describió como un «chico encantador y educado. Siempre fue tan educado y un muchacho realmente encantador. Simplemente no puedo creer lo que ha sucedido».
Los alumnos terminaron sus clases y salieron de la Escuela Salesiana ubicada en Guildford Road, Chertsey, Surrey, sin imaginar la tragedia que protagonizó Sam, que de acuerdo con algunos de sus amigos, era solitario e intimidado por otros de sus compañeros. Al terminar las clases del 15 de julio, Sam salió con algunos amigos del colegio, descrito como «feliz y próspero» en su sitio web, y cuando el tren se acercaba a la estación entregó su mochila y celular a sus acompañantes para correr hacia las vías donde se acostó.
Docenas de alumnos de la secundaria católica presenciaron el momento en que Sam fue arrollado por la locomotora, ante la mirada de sus compañeros, el llanto de otros y gritos de desesperación que le pedían que se quitara del lugar. «Sam le entregó el bolso y el teléfono a sus amigos y luego se tumbó en la vía frente al tren», declaró un testigo al Daily Mail.
Tras la tragedia, se llamó a la Policía de Transporte británica para que ayudaran a retirar el cuerpo del pequeño de 14 años que se suicidó frente a sus compañeros. También llegaron los paramédicos que confirmaron el deceso del adolescente. «Los agentes fueron llamados a la estación de Chertsey a las 4 de la tarde de ayer (15 de julio) tras los informes de una víctima en las vías. Los paramédicos también asistieron pero, lamentablemente, un niño de 14 años fue declarado muerto en la escena. Su familia ha sido informada y está siendo apoyada por oficiales especialmente entrenados», explicó la dependencia en un comunicado.
Muy cerca de la estación fue encontrada una nota que los oficiales calificaron como un recado de despedida.