La historia podría ser catalogada como fake o ser digna de un guión de Hollywood ha sido dada a conocer por la policía de Gotemburgo (Suecia).
Un hombre con más suerte que un zorro caído en gallinero, ha logrado evitar ser arrestado y posiblemente encarcelado después de que una gaviota robara su alijo de hierba.
El extraño robo ocurrió apenas momentos antes de que dos oficiales vestidos de civil se acercaran al hombre para hacer el arresto y acusarlo con un cargo que podría haber resultado serio.
Los oficiales habían estado patrullando en el Festival Cultural de Gotemburgo, cuando notaron a una mujer fumando marihuana. Esto se considera un delito grave en Suecia.
Según lo informado por The Leaf Desk, el hombre que estaba en un banco cercano fue testigo de la labor de los oficiales e inmediatamente arrojó una bolsa que poseía lo más lejos posible, pero desafortunadamente fue visto por los oficiales.
Desviando su atención de la mujer con el porro, los oficiales se dirigieron hacia el hombre que había entrado en pánico cuando los oficiales se dirigían hacia él, pues Suecia tiene una de las leyes de drogas más severas del planeta, con fuertes multas y penas de prisión de seis meses repartidas por la posesión de un porro.
Pero su ángel guardián lo estaba vigilando. Aunque en este caso con alas un poco desaliñadas y una voz de canto menos celestial.
Justo cuando uno de los oficiales se agachó para agarrar la bolsa, una gaviota astuta con un mucho desdén por la ley agarró la bolsa en su pico y se fue rápidamente, sin más.
Un portavoz de la policía de Gotemburgo reveló que los agentes ‘altamente experimentados’ estimaron que la bolsa contenía alrededor de 10 gramos de hierba, Según The Leaf Desk.
El portavoz reveló que el hombre había pateado el paquete mientras los oficiales observaban al pájaro despegar con la evidencia:
«Lo que los policías no esperaban era que un tercero interfiriera, había una gran cantidad de gaviotas en el sitio, una de ellas vio su oportunidad, recogió la bolsa y la levantó rápidamente con el botín’, tan rápido como la gaviota desapareció, también lo hizo el hombre que tiró la bolsa. Los policías se pusieron de pie y vieron desaparecer las pruebas en el cielo».
Desafortunadamente para la mujer con el porro, aparentemente no había otros demonios en el área dispuestos a prestar un pico.
Fue arrestada por uso y posesión, y el portavoz describió su arresto como «un parche sobre la herida».
