Las activistas y víctimas que señalan a Pornhub como un sitio que se beneficia de la llamada “pornovenganza” denuncian que el sitio no elimina los vídeos que son reportados. Y no solo eso, el sitio también falla en borrar el contenido que logra ser censurado, beneficiándose así de los ingresos de publicidad que se generan.
La empresa, por el contrario, afirma que tiene una política muy progresista en esto. La pornovenganza es la distribución, principalmente en internet, de imágenes o vídeos sexualmente explícitos sin consentimiento de la persona que se muestra en ellos, a fin de causarle angustia o vergüenza.
El material puede ser distribuido por una expareja, pero también puede provenir de un archivo privado de la víctima que es robado.
Una mujer, Sophie*, dice que se sintió “violada” después de que un video de ella fue visto cientos de miles de veces tras haber sido puesto en línea. Por su parte, Pornhub asegura que “condena enérgicamente” la pornovenganza y que tiene “la política contra la pornovenganza más progresista de la industria”.
Sobre el caso de Sophie, asegura que no pudo encontrar “ningún registro de ningún correo electrónico” de la joven pidiendo que se eliminaran los videos donde aparecía, pero ahora estaba en contacto con ella y “esperaba resolver este problema en conjunto”.
“Me sentí violada”
Sophie, quien optó por mantener el anonimato, le dijo a la BBC que de paseo con su familia hace 18 meses cuando revisó su teléfono y encontró mensajes y llamadas perdidas. La pareja de su hermana había encontrado videos de ella en Pornhub, el sitio web más grande de la industria pornográfica en el mundo.
Uno estaba en una lista de los 10 más destacados y había tenido cientos de miles de visitas. “Me sentí sorprendida, avergonzada y violada”, dice. Con su expareja había grabado seis vídeos, pero se habían separado hace varios años y no había dado su consentimiento a nadie para difundirlos en internet.
A la semana de darse cuenta de la existencia de los videos en Pornhub, los videoclips fueron eliminados. Sin embargo, la aparición de esos seis videos en Pornhub le dio a alguien la oportunidad de crear alrededor de 100 más que nuevamente fueron subidos al sitio.
Cuando informó esto al sitio, “no fue muy útil” la respuesta, asegura. Sophie se puso en contacto con otra compañía, que maneja las solicitudes de Pornhub para eliminar videos, pero tampoco obtuvo respuesta. Fue a la policía y hasta la fecha nadie ha sido acusado.
Kate Isaacs, del grupo activista #NotYourPorn, dijo que la pornovenganza a menudo se etiqueta en Pornhub como contenido “amateur” o “casero”, dos términos de búsqueda de videos populares que hacen que el sitio sea más valioso para los anunciantes.
Isaacs quiere que el sitio sea más proactivo en eliminar dicho contenido tan pronto como sea notificado, además de evitar que vuelva a difundirse.