Cada dos horas, la memoria de Riley Horner vuelve a empezar y piensa que es 11 de junio, el día cuando sufrió una lesión traumática en la cabeza. “Tengo un calendario en mi puerta. Miro y es septiembre y me sorprendo”, dijo la adolescente de Kirkwood (Illinois) a la estación de televisión local WQAD.
El 11 de junio de 2019 Riley fue pateada accidentalmente en la cabeza por una multitud de estudiantes durante un baile. Después de docenas de convulsiones e innumerables visitas al hospital, sus síntomas siguen siendo un misterio médico.
El primer doctor le descartó una conmoción cerebral y simplemente la envió a casa con muletas. “Nos dicen que no hay nada médicamente incorrecto”, comentó Sarah, su madre. “No pueden ver nada. No se puede ver una conmoción cerebral en una resonancia magnética o una tomografía computarizada. No hay hemorragia cerebral, no hay tumor”.
Incluso las cosas más simples de la vida se borran de su memoria. Por eso lleva cada cuaderno, libro de texto y lápiz con ella durante todo el día porque ni siquiera puede recordar dónde está su casillero escolar. Para mantenerse al día con la escuela, Riley necesita dejarse notas detalladas y tomarles fotos en su teléfono. También ha debido configurar una alarma cada dos horas para poder repasar todo lo que ha olvidado.
“Mi hermano (su tío) falleció la semana pasada y ella probablemente no tiene idea. Le decimos todos los días, pero ella no tiene idea al respecto”, dijo Sarah. “Sé que es difícil para ellos tanto como es difícil para mí. Y la gente simplemente no entiende. Es como una película“, afirmó Riley. “No recordaré [esta entrevista] cuando llegue la hora de cenar”.
Las implicaciones a largo plazo de la condición de Riley preocupan a su familia. Su madre ha dicho que está desesperada por escuchar un diagnóstico porque una investigación que leyó había demostrado que, después de seis meses con memoria a corto plazo, el paciente podría haber sufrido un daño irreversible.