Viajar no es cosa fácil para nadie, ni siquiera para quienes adoran subirse a un avión, todo el mundo corre sus riesgos.
Es que cualquier «loco» con una ocurrencia puede cambiar el destino de toda la aeronave.
Es lo que sucedio durante un vuelo con destino a Tailandia, un ruso muy ebrio quiso abrir las puertas del avión en medio del vuelo.
La situación se descontroló tanto que se necesitaron siete personas, incluidos otros pasajeros y la tripulación, para frenar al borracho pasajero. Incluso usaron cinta adhesiva en un intento por contenerlo.
El hombre, que también fue acusado de abusar de las azafatas, finalmente fue entregado a la policía después de ser detenido por el personal antes de que el piloto se viera obligado a hacer un aterrizaje de emergencia.
El problema comenzó varias horas después de que el avión despegara de Moscú, cuando en mitad del vuelo los pasajeros observaron con horror cómo el hombre alcoholizado intentaba abrir la puerta de emergencia. ¡Estaban volando a 33,000 pies de altura!
Elena Demidova, una reportera de televisión que se encontraba en el vuelo, filmó un video a bordo del avión:
La primera mitad del vuelo fue normal, pero luego noté una actividad extraña entre las azafatas. Las personas en la cabina susurraban entre sí, y llamaron a un médico para atender a alguien.
Luego, en el intercomunicador, preguntaron si alguien tenía envoltura de plástico para alimentos. De repente, el letrero “abróchense los cinturones de seguridad” comenzó a parpadear. ¿Por qué? Minutos después, el capitán explicó que un pasajero en la parte trasera del avión estaba borracho y causaba problemas.
Un médico trató de calmarlo. Luego se tomaron medidas más duras. Intentaron usar envoltura plástica de la comida para atarlo. Siete personas lo sostenían, pero nada ayudó.
La policía de transporte rusa confirmó que el “hooligan aéreo” fue entregado a la policía uzbeka en Tashkent. Una funcionaria del Departamento de Investigación de Transporte Multirregional de Moscú, Elena Markovskaya, confirmó que el hombre había “convertido el vuelo en un viaje realmente incómodo para otros pasajeros”.