¿Por qué los presos de EEUU están solicitando morir en silla eléctrica?

¿Por qué los presos de EEUU están solicitando morir en silla eléctrica?
Una silla eléctrica PD

Tennessee es uno de los seis estados en los que los presos condenados a muerte pueden elegir la silla eléctrica, pero el único en el que sorprendentemente escogen esa opción. Tribunales de Georgia y Nebraska la han declarado inconstitucional y la Corte Suprema estadounidense nunca ha cerciorado su constitucionalidad.

Edmund Zagorski pidió al estado de Tennessee morir en la silla eléctrica tres días antes de su ejecución en octubre de 2018. Algunos creyeron que su decisión era en realidad una estrategia para ganar tiempo pero su abogado, Kelley Henrey, insistió en que su cliente francamente creía que las drogas letales del estado de Tennessee prolongarían su muerte y, por tanto, su agonía.

El estado accedió a la petición del reo y, días después, el 1 de noviembre de 2018, sentaron a Zagorski en una silla de madera apodada “vieja chispa” (Old Sparky). El hombre cumplió en ella su condena de muerte por disparar y cortarle el cuello a dos hombre durante un negocio de drogas. Desde entonces, asegura la agencia de noticias Associated Press, otros dos presos han elegido morir electrocutados, lo que supone un total de tres en un solo año.

Los tres habían presentado demandas judiciales con la esperanza de impedir sus ejecuciones bajo el argumento de que tanto la silla eléctrica como la inyección letal que se emplea en Tennessee va en contra de la prohibición constitucional a los castigos crueles e inusuales. Sin embargo, los tribunales ni siquiera escucharon sus argumentos contra la electrocución ya que ellos habían elegido elegido ese método para morir.

“Tennessee es el ejemplo más claros de varios dilemas que ha creado el Tribunal Supremo sobre qué constituye un castigo cruel y extraordinario y sobre el secreto de estado”, dijo a AP Robert Dunham, director ejecutivo de la organización sin ánimo de lucro Centro de Información sobre la Pena de Muerte. Según él, la silla eléctrica “dejó de estar respaldada en Estados Unidos por ser violenta y despiadada“.

En 2015, la Corte Suprema de EEUU emitió un fallo que obliga a los reclusos que presenten una objeción contra un método de ejecución por considerarlo cruel y extraordinario debe indicar que hay disponible otro método más humano.

En cualquier caso, ningún estado usa la silla eléctrica como su principal método para aplicar la pena de muerte. Virginia es el único estado que, además de Tennessee, la ha usado usado esta década (en concreto, en 2013). En el caso de Tennessee, hasta Zagorski no se había recurrido a este método desde método desde 1960.

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