Una infección intestinal puede parecer una padecimiento común y de poco cuidado, pero en realidad puede complicarse de maneras insospechadas al generar infecciones del torrente sanguíneo que son resistentes a los antibióticos; y es una cepa de E. coli, llamada de “espectro extendido”, la que puede convertirse en un grave problema de salud.
Pero ¿cómo se transmite esa cepa a las personas? Pues se transmite a través de partículas fecales de una persona que llegan a la boca de otra.
Y ésta es la asquerosa razón por la que siempre hay que lavarse las manos después de ir al baño: cuando una persona no se lava las manos después de defecar y saluda de mano a otra persona, o toca alimentos y superficies de uso común, basta que esa segunda persona se lleve sus propias manos o los alimentos contaminados a la boca para contagiarse de E. coli.
Expertos de la Universidad de East Anglia en Norwich, Inglaterra, encontraron que las infecciones por E. coli se transmiten más a menudo porque las personas no se lavan las manos después de ir al baño, aunado a la ingesta de alimentos mal lavados o contaminados con esta bacteria.
La investigación, publicada en The Lancet, encontró esta peligrosa cepa de E. coli en las heces humanas y en las alcantarillas, mientras se presentaron de manera escasa en la carne cruda y fueron inexistentes en 400 frutas y verduras analizadas.
“La gran mayoría de las cepas de E. coli que causan infecciones humanas no provienen del consumo de pollo o de cualquier otra cosa en la cadena alimentaria. Más bien, y desagradablemente, la ruta de transmisión más probable es directamente de humano a humano, cuando las partículas fecales de una persona llegan a la boca de otra“, explicó el profesor David Livermore, el investigador principal, a The Guardian.
Y si bien los investigadores señalan que es muy importante cocinar bien la carne antes de consumirla y tomar fuertes medidas de higiene al manipularla en estado crudo en la cocina, lavarse las manos después de ir al baño es mucho más importante.