Una momia de gato ha desvelado un turbio secreto. Los científicos del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva de Francia lograron “abrir” una momia de gato con 2.500 años de antigüedad gracias a múltiples tecnologías 3D, pero se llevaron una gran sorpresa.
El ejemplar, un objeto egipcio conservado en el Museo de Bellas Artes de Rennes desde 1923, fue sometido a diferentes procesos tecnológicos para, finalmente, descubrir lo que encerraba en su interior desde hace miles de años.
Publicada por Musée des Beaux-Arts de Rennes en Jueves, 26 de septiembre de 2019
“Chat alors” es el nombre que recibió el método tecnológico de exploración de esta sorprendente momia, que consistió en tomografías computarizadas que derivaron en varias reconstrucciones en 3D procesadas a través de realidad virtual y realidad aumentada. Al final, los expertos pudieron imprimir en 3D el contenido de la momia y exponerlo en un modelo transparente que muestra lo que hay al interior. Al observar el contenido de la momia, los científicos se sintieron sorprendidos: encontraron tres colas casi completas, cinco patas traseras y una bola textil en lugar del cráneo.
Publicada por Musée des Beaux-Arts de Rennes en Jueves, 26 de septiembre de 2019
Resulta entonces que esta momia guarda los restos no sólo de un gato, sino de varios. Los expertos creen que quizá esta práctica era más común en la antigüedad de lo que sabemos, aunque siguen explorando los motivos de la falta de cráneo. El modelo transparente y la momia original son exhibidos en el Museo de Bellas Artes de Rennes ante decenas de visitantes fascinados con el resultado de combinar la investigación arqueológica y la tecnología.
Publicada por Musée des Beaux-Arts de Rennes en Jueves, 26 de septiembre de 2019
