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No pierde ocasión Donald Trump de fastidiar a todos esos millones de hispanos que sueñan con conseguir una vida mucho mejor al otro lado del Río Grande.
El presidente de EEUU ha ordenado más medidas para evitar que los migrantes establecidos legalmente en el país tengan acceso a beneficios sociales que provee la federación, como subsidios para alimentos y seguros médicos para adultos y niños, reportaron medios nacionales.
La orden llama a los funcionarios a implementar una ley con más de 23 años de antigüedad, que no se había puesto en práctica.
Trump dio un plazo de 90 días a sus funcionarios para idear un método que obligue a los ciudadanos estadounidenses que patrocinaron a un inmigrante a pagar por la ayuda federal que éstos utilicen.Esto afectará, en particular, a los estadounidenses que patrocinaron la residencia legal de un familiar inmigrante: un padre, hijo, hermano o esposo.
“Los patrocinadores financieros que se comprometieron a respaldar económicamente al extranjero que patrocinan en el caso de que el extranjero solicite o reciba beneficios públicos, serán requeridos por la ley a que cumplan su compromiso”.
Eso dijo Trump en un memorando publicado por la Casa Blanca este jueves, que Bloomberg citó.
Adicionalmente, el presidente pidió a sus funcionarios que determinen en un plazo de 180 días que personas no son aptas para patrocinar a un extranjero, basados en su posible historial delictivo.
El marco legal que le permitiría a Trump tomar estas medidas fue redactado y aprobado en 1996 durante la administración de Bill Clinton (1993-2001). Pero hasta ahora no se había puesto en práctica esta ley.
La medida, que reportes en medios le atribuyen en parte al asesor de inmigración Stephen Miller, podría servir tanto para disuadir a los ciudadanos estadounidenses que patrocinen a extranjeros como para evitar que los inmigrantes reciban beneficios públicos.
Actualmente, las autoridades migratorias requieren que los solicitantes de residencia demuestren que no serán una carga para el país, pero bajo la propuesta de Trump también se verificaría el uso deplanes de vivienda, cobertura de medicamentos recetados por Medicare o el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP), entre otros requisitos.
Y la mano dura de su administración ya ha hecho que más familias migrantes rechacen los programas de ayuda pública que incluyen bonos de comida, asistencia médica o cualquier tipo de beneficio que pudiera representar un gasto para el Gobierno.
Así lo determinó un estudio del Urban Institute en donde señalan que más del 13% de los adultos en familias migrantes dijeron que no aceptarían ningún tipo de ayuda porque podría entorpecer su camino hacia la tarjeta de residencia, reportó CBS News.
La investigación, que tomó como muestra a cerca de 2.000 adultos inmigrantes en diciembre del 2018, es la primera de su clase que se dedica a desentrañar el “efecto escalofriante” de la política propuesta por Trump que comenzaría a aplicarse a finales de este año.
A principios de este mes, Trump dio a conocer su plan para reformar el sistema de inmigración. Entre otras medidas polémicas, incluye la reducción a la mitad de los permisos de residencia permanente por reunificación familiar, aumentando al mismo tiempo las residencias por oferta de trabajo.
Detrás de muchas de las medidas más controvertidas de Trump en inmigración se encuentra Stephen Miller, señalan expertos.