El calendario ceremonial de 260 días, el calendario solar de 365 días, el ciclo de 584 días del planeta Venus, o el ciclo de 780 días de Marte
El científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Manuel Mandianes, afirma que los mayas predijeron en su calendario que en 2012 se produciría alguna catástrofe pero, «en ningún momento se habla del fin del mundo».
«El calendario maya no se puede seguir de la misma manera en la que hoy los contemplamos, ya que su forma de elaborarlo era proyectando para el futuro lo que habían vivido en el pasado».
«Siglos atrás, por la concordancia de planetas estrellas y otros astros, se habría producido alguna mala cosecha o pestes, por ello los mayas, adivinando que en 2012 probablemente se daría la misma confluencia, profetizaron que se produciría alguna catástrofe».
El científico ha apuntado, en declaraciones a Europa Press, que «la preocupación fundamental de los mayas era la medida del tiempo» y «les obsesionaba de tal manera que fundaron su filosofía y su religión» a partir de él.
«Prácticamente la totalidad de sus divinidades tenían que ver con algún periodo, algún ciclo del tiempo o alguna hora del día».
El origen del tiempo
Esta preocupación les llevó a estudiar «el origen del tiempo».
En su manera rústica de llevar a cabo esta investigación, los mayas determinaron que «el tiempo era como el mito del eterno retorno»:
«De modo que los periodos de tiempo se repetían por ciclo y los ciclos también se repetían».
«Su ‘modus operandi’ era conocer lo más posible de los siglos pasados para, después proyectarlo de cara a adivinar el futuro», ha señalado Mandianes, que ha apuntado que llegaron a escribir lo que acontecería cuatro milenios más adelante que el tiempo que ellos estaban viviendo.
El investigado ha apuntado que es así como se «ha llegado a la profecía de que le mundo puede acabarse».
«En realidad ellos no dijeron que sería el fin del mundo, los expertos actuales sobre el tema no lo determinaron así, sino que lo escrito alertaba de que acontecerían cosas importantes».
Mandianes subraya que la idea del fin del mundo caló en la sociedad por otros canales.
«Ha pasado lo mismo que cuando los adivinos y echadores de cartas dijeron que el fin del mundo sería en el año 2000, se propagó y no fue así».
De hecho, para Mandianes, la pregunta que habría que hacerse ante un acontecimiento como este:
«Es por qué la gente del año 2012, que es mucho más científica y vive en la era de la nuevas tecnologías y grandes telescopios, da tanta importancia a lo que dijeron unos sacerdotes mayas que no tenían los instrumentos que se tienen hoy en día».
Vacío de valores
A su juicio, la razón de que este tipo de profecía cale en la sociedad es «la filosofía de la postmodernidad».
Mandianes ha indicado que el ser humano «ha dejado atrás, como consecuencia de los nuevos tiempos, una serie de creencias que le ha dejado un vacío de valores».
«Para llenar este vacío, el hombre se inventa fiestas, tradiciones, pero carece de una filosofía como la que se tenía hace siglos, basada en la religión, como también la tenían los mayas».
«Cuando el hombre actual lee las profecías mayas carecen de la filosofía que ellos tenía sobre el tiempo y lo ponen en un contexto cultural y sociopolítico que es totalmente diferente».
Aportación a la astronomía
Aunque el calendario maya aporta poco a las «profecías» ya que su estudio del tiempo cíclico no es «muy acertado«, Mandianes ha explicado que la cultura maya ha aportado una gran ayuda a la astronomía puesta al servicio de la astrología.
«Era tan importante para ellos que los mil monumentos jeroglíficos hallado en la zona que habitaban, están todos dedicados a este tema».
Así, los eruditos en la sociedad maya eran los sacerdotes que sabían de astronomía y eran ellos los encargados de hacer todas las profecías y de predecir el tiempo. Estos sacerdotes estudiaban con ahínco la astronomía, pero siempre en la medida que la pudieran utilizar para la astrología.
«Si no acertaban, su prestigio caía por tierra y los que acertaban crecían en la estima de los ciudadanos y su rol social aumentaba y eran más importantes».
El calendario no acaba en 2012
A pesar de que las profecías alertaban de que el fin del mundo llegaría el 21 de diciembre de este año, el pasado mes de mayo un equipo de científicos descubrían que, en una gran ciudad construida por los antiguos mayas, existía nuevas escrituras del calendario maya que acabaría con la con las previsiones del fin del mundo.
El descubrimiento, publicado en ‘National Geographic‘ y ‘Science‘, explica que se halló una estructura cubierta con diminutos glifos rojos y negros.
Algunos de ellos, parecen representar los diferentes ciclos calendáricos trazados por los mayas: el calendario ceremonial de 260 días, el calendario solar de 365 días, el ciclo de 584 días del planeta Venus, o el ciclo de 780 días de Marte.
Según los científicos del proyecto, a pesar de la creencia popular, este descubrimiento señala que no hay ninguna señal de que el calendario maya -o el mundo- acaben en el año 2012.
«El calendario marca, más bien, el transcurso de diferentes ciclos».