Meghan Markle eligió un acontecimiento deportivo solidario para volver a la vida pública, tras dar a luz a su hijo Archie Harrison Mountbatten-Windsor. Los duques de Sussex acudieron por sorpresa al partido amistoso de béisbol entre los Yankees y los Red Sox en Londres.
Durante la visita, el príncipe Harry y su esposa tuvieron la oportunidad de saludar a los miembros de los Red Sox, quienes le hicieron entrega de un detalle para el recién llegado, un pequeño body para Archie con su nombre en la espalda y los colores del equipo. Los de Nueva York también obsequiaron a la pareja una mini camiseta dedicada al pequeño.
Cuando los duques saludaron a los equipos en los vestuarios, una reunión familiar inesperada sucedió en el lugar. El jugador de los Red Sox, Mookie Betts, tiene los mismos antepasados que la ex actriz americana por lo que, en cierta manera, son familiares lejanos. Markle y Betts tiene un vínculo familiar que data de hace 150 años, en Alabama.
La duquesa se fundió en un abrazo con el deportista entre risas y caras de asombro. «¿Alguien más de la familia por aquí?», bromeó el príncipe Harry tras el curioso episodio. La duquesa eligió un vestido negro de manga corta de Stella McCartney muy favorecedor con un cinturón ancho, y cambió los tacones por unas bonitas bailarinas planas de Aquazzura.
La presencia del duque y la duquesa de Sussex en el partido se debió a que la Invictus Games Foundation, de la que el hijo de Lady Di y Carlos de Inglaterra es patrón, es aliada de la MLB (Major League Baseball) para llevar dos de estos juegos a Londres.