Les daba para Porsches, Ferraris, hoteles de lujo, aviones privados, vacaciones de postín y comilonas millonarias
Se llevaban el dinero ‘crudo‘ y a manos llenas. Tanto que, tras una pantalla de solidaridad y derechos humanos, les daba para Porsches, Ferraris, hoteles de lujo, aviones privados, vacaciones de postín y comilonas millonarias.
Lo cuenta con todo detalle Carmen de Carlos en ABC, donde explica que el desfalco que aflige ahora a las tanto riempo alabadas Madres de Mayo argentinas, entraña una millonaria de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas populares.
Los principales implicados son dos hermanos parricidas con sentencia firme y Hebe de Bonafini, la que vino a España a elogiar a los etarras en se fotografía con los filoterroristas de Batasuna.
El escándalo afecta a la Asociación de Madres de Plaza de Mayo y salpica, de rebote, al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
La historia empieza hace 20 años en la cárcel donde Sergio y Pablo Schoklender, entonces de 23 y 20 años, respectivamente, cumplían condena por el asesinato de su madre y de su padre. Hebe de Bonafini, asidua visitante de presos, conoce allí a Sergio, el mayor de los hermanos.
Lo «adopta» como hijo propio y, una vez en libertad condicional, le introduce en la asociación que ha servido de bandera a los Gobiernos del matrimonio Kirchner para exhibir su lucha por los derechos humanos.
El parricida, licenciado en Derecho y en Psicología mientras cumplía condena, gana terreno en la asociación cuyo objetivo inicial era encontrar a los miles de detenidos desaparecidos durante la dictadura militar argentina (1976-83).
Sergio se termina convirtiendo en el apoderado de las Madres, titulares a su vez de la Fundación «Sueños Compartidos», un saco sin fondo de subvenciones para el desarrollo de planes urbanísticos de viviendas.
Y al calor de todo eso, el «apoderado» vive con un tren de vida espectacular al que intenta a última hora sumarse su hermano Pablo, el otro parricida.
Todo hasta principios d ejunio de 2011, cuando la bomba de relojería estalló en los tribunales. El escándalo, que podría terminar con los hermanos Schoklender y la propia Bonafini entre rejas, ha puesto en jaque al Ministerio de Planificación -de donde salían los fondos- y amenaza con dañar hasta la candidatura presidencial de Cristina Kirchner.