Una barba falsa, un tatuaje de mentira y ropa raída es todo lo que necesitó Richard Codey, exgobernador de Nueva Jersey para convertirse en un indigente.
Su autoproclamada misión secreta para denunciar la discriminación contra los indigentes le llevó tres meses de centro en centro antes de ser admitido en una residencia de salud mental en Newark, Nueva Jersey, la noche en la que pidió ser internado.
A Codey, de 65 años, disfrazado de indigente, ya le habían denegado la entrada a otros 25 refugios locales porque no estaba recibiendo asistencia social o gubernamental.
«Llamábamos y decíamos: «Mi tío, que está sin techo, quiere que le encontremos un lugar para dormir esta noche». Siempre me respondían si recibía asistencia gubernamental o tenía identificación. Al responder que no nos decían que no había habitaciones».
Los planes de Codey pasan por buscar más dinero federal para los mendigos. Según la Asociación Nacional para el Fin de la Indigencia, más de 636.000 personas no tuvieron techo en Estados Unidos durante 2011.
El exgobernador centra su interés en los hombres solteros y aquellos con enfermedades mentales, injustamente excluidos por la asistencia social. Según Codey, las mujeres y las familias tienen más facilidades para acceder a una vivienda de emergencia.
Misión casi imposible
Solo uno de los centros que recorrió Codey accedió a darle techo, el Goodwill Rescue Mission.
«Estaba aterrorizado porque si me duchaba mi maquillaje desaparecería».
Evitó el contacto visual con los trabajadores y se las arregló para evitar la ducha.
Codey fue uno de los veinte sin techo que pasó la noche en la residencia. Lo hizo amontonado en un dormitorio con capacidad para diez personas.
«Fue muy duro. Tuve que dormir toda la noche de medio lado y la cadera me empezó a doler».
«Encontrar un lugar donde pasar la noche es casi imposible cuando eres un sin techo. La mayoría de los refugios exigen que los solicitantes estén inscritos en algún programa de asistencia del Gobierno o que al menos presenten un documento de identidad. Y cumplir con estos requisitos es esencialmente imposible».
Richard Codey fue gobernador interino de Nueva Jersey durante dos años tras la dimisión de Jim McGreevey en 2004, involucrado en un escándalo sexual.
Firme defensor de los derechos de los enfermos metales, asegura que su objetivo es «conseguir que las personas sin hogar consigan una habitación cada noche y hacer que el Gobierno federal destine fondos a ello».
Los analistas piensan que presentará su candidatura para gobernador, decisión que él afirma que tomará después de las elecciones presidenciales de noviembre.