En el hotel, de cuatro estrellas, informaron de que los españoles alquilaron durante casi un mes hasta cuatro habitaciones
Las autoridades mexicanas han encontrado vivos, aunque heridos, a los dos españoles desaparecidos hace seis días en el estado de Michoacán, oeste de México.
Los hermanos José Luis y Juan Bustamante, de 45 y 44 años respectivamente, y originarios de Cuenca, fueron localizados este 13 de enero de 2013, heridos en el Hospital Civil de Uriangato, en el Estado mexicano de Guanajuato.
Los hermanos, a los que propinaron una tremenda paliza, fueron hallados tirados en una carretera. Los médicos prevén darles el alta en pocas horas. Ambos han declarado que habían sido asaltados, pero todo es muy confuso.
El subprocurador de Justicia de Michoacán, Marco Vinicio Garibay, ha explicado que están «plenamente conscientes y con pronóstico estable».
La Policía investigaba desde hace días el presunto secuestro de dos hermanos españoles que se encontraban en Morelia, la capital del estado de Micoacan, y que desde el pasado 7 de enero de 2013 permanecían en paradero desconocido, dijeron fuentes oficiales.
Los Bustamante desaparecieron en la puerta del centro comercial Torreón Nuevo de Morelia. Según declararon a la policía sus esposas, Marisa y Carolina Bustamante Bustamante, que también son hermanas, dejaron a los dos hombres esperándolas fuera del establecimiento en un coche Mustang dorado. Una de ellas señaló que su pareja le pidió 20 pesos (1,2 euros) y que ella le dio 50. Cuando ambas salieron del local, ellos ya no estaban.
Sin embargo, tras la desaparición, un grupo armado y uniformado se presentó en el hotel Villa del Sol donde se alojaban, subió a sus habitaciones y hostigó a sus familiares: exigieron detalles sobre la vida de los españoles, registraron sus cosas y tomaron fotos de toda la familia, incluidos los menores.
La fiscalía mexicana que investiga los hechos localizó después el vídeo del hotel del día de los hechos, donde quedó registrada la llegada del comando. Los investigadores sospechan que se trataba de criminales disfrazados, que se hacían pasar por policías.
En el hotel, de cuatro estrellas, informaron de que los españoles alquilaron durante casi un mes hasta cuatro habitaciones.
Los precios de las suites del hotel oscilan entre los 640 pesos (38 euros) por persona a los 840 si se alquila para cuatro.
Les recuerdan como unos clientes muy exigentes con que la limpieza de las habitaciones se les hiciera temprano.
José Luis, el mayor de los Bustamante, vive en México desde hace “bastante tiempo” con su esposa y sus tres hijos, de 16, 14 y ocho años, según el relato de su familiar residente en Cuenca.
Se dedica a la venta ambulante de ropa en mercadillos y viaja constantemente.
“No tienen un hogar fijo. Alquilan un apartamento, ven si les va bien y, si no, se van”.
El otro hermano, Juan, emigró a México hace un mes. Viajó con su esposa, aprovechando la Navidad. En España dejó dos hijos adolescentes a cargo de su primera mujer.
“Se fueron a pasar unos días, a ver si había trabajo… A probar suerte”.
En Michoacán opera el cártel criminal autodenominado Los Caballeros Templarios, identificado como responsable de la producción y trasiego de drogas naturales y sintéticas a Estados Unidos.
Los narcotraficantes michoacanos han sido señalados como los responsables de cobrar cuotas a empresarios, comerciantes y constructores de caminos, a cambio de dejarles trabajar en el estado.