Le colocaron un arma de fuego en sus manos para que matara a su compañero
Es algo inusual, pero así se empieza. Tres miembros de la Secretaría de Seguridad Pública de Ciudad Juárez fueron arrestados este 22 de diciembre de 2012 por torturar y abusar sexualmente de dos detenidos.
Según informó la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, en el norte de México, los detenidos son Magdalena González Avellaneda, de 41 años de edad; José Luis González Hernández, de 34 años, y Miguel Pascual Melitón, de 28.
Los tres están acusados de los delitos de tortura, abuso sexual, abuso de autoridad y uso ilegal de la fuerza pública.
Los hechos se produjeron en la madrugada del 6 de marzo de 2012, cuando los tres policías municipales detuvieron a las dos víctimas, que viajaban en una motocicleta, con la excusa de llevar a cabo un control de seguridad rutinario.
Las dos víctimas denunciaron que los tres uniformados les interrogaron con «la finalidad de conocer su entorno social, laboral y económico», y que les insultaron y golpearon en plena calle, según recoge el diario mexicano ‘Milenio‘.
Venta de droga
Después, les trasladaron al antiguo Tribunal para Menores, donde les ataron de pies y manos, y les taparon los ojos y la boca, para propinarles una brutal paliza con la que pretendían arrancarles información sobre la venta de droga en Ciudad Juárez.
«Ante la falta de respuestas, a una de las víctimas le obligaron a tragarse varios casquillos de bala con orines y le colocaron un arma de fuego en sus manos para que matara a su compañero».
«Al hacer caso omiso, uno de los agentes cogió un bate de madera y se lo metió varias veces por el recto».
Finalmente, los uniformados rociaron con alcohol a los detenidos y les trasladaron a la comisaría de Las Delicias, donde se les remitió al Bando de Policía y Buen Gobierno acusados de una serie de faltas penales.
La Fiscalía General explicó que «se le ha dado veracidad a la denuncia presentada por las dos víctimas», ya que el parte médico confirma las lesiones que ambas describen como consecuencia de las torturas.