Los extranjeros que se instalan en Alemania proceden en su mayoría de países en dificultades del este y del sur de Europa
Los problemas para encontrar un empleo en España y la falta de oportunidades en el mercado laboral nacional ha expulsado del país a un buen número de españoles, sobre todo jóvenes.
Uno de los destinos preferidos para buscar fortuna es Alemania. Durante el pasado 2012, el número de españoles que viajaron a la primera potencia europa se disparó al alcanzar las 29.910 personas, lo que representa un aumento del 45% con respecto a 2011 o de 9.238 españoles más.
Sin embargo, este no es un fenómeno único para España. Así, el flujo de personas que ha llegado a Alemania desde los socios europeos del sur más afectados por la crisis, grupo en el que también se incluye a Italia, Portugal o Grecia; se ha saldado con el mayor avance de la inmigración en este país de los últimos 20 años.
Según los datos que ha publicado este martes la Oficina Federal de Estadísticas, 1,081 millones de inmigrantes llegaron a Alemania el año pasado, un 13% más que en 2011 y un récord desde 2005.
«El alza de la inmigración de países de la UE afectados por la crisis financiera y de deuda es particularmente fuerte», señala la Oficina de Estadísticas. En concreto, de Portugal llegaron 4.000 ciudadanos, mientras que de Grecia lo hicieron otros 10.000 y de Italia 12.000 -un 40 % más que el año anterior-.
El segundo grupo de procedencia que destaca Destatis corresponde a los países de ingreso reciente en la UE, como Eslovenia, Hungría, Rumanía y Bulgaria.
De los países europeos no miembros de la UE llegaron a Alemania 127.000 personas -un incremento del 14 %-, mientras que del resto del mundo lo hicieron 195.000 -un aumento del 7,6 %-.
Los lugares de destino de esos extranjeros fueron los Länder más industrializados del país, con Baviera a la cabeza, seguido de Renania del Norte-Westfalia, Baden-Württemberg y Hesse.
Alemania ha sido un pilar fuerte durante la crisis, beneficiándose de las profundas reformas estructurales introducidas hace una década, de sus competitivas firmas de pequeño y medio tamaño y de los tipos de interés bajos que ha obtenido gracias a su estatus de valor refugio para la inversión extranjero.
Con este panorama, el desempleo, que está en el 6,9%, ronda los mínimos históricos que marcó en el periodo posterior a la reunificación.
Por el contrario, más de uno de cada cuatro trabajadores en España y Grecia no tienen empleo, y el desempleo juvenil en esos países está cerca del 60%.
Por este motivo, los problemas que sufren los mercados laborales de estos países han hecho de la principal economía de Europa, en un destino cada vez más atractivo, pese a la barrera del lenguaje.
Según los datos de la Agencia Federal del Empleo de Alemania, en 2012 había en el país 49.933 españoles con trabajo, un 15,8% más.