Repsol no ha querido perder ni un minuto y ha colocado a JP Morgan en apenas una semana prácticamente todos los bonos que recibió por la expropiación de YPF.
Las operaciones realizadas han comprendido, por un lado, la venta de la totalidad de la cartera de los bonos denominados Bonar X y Discount 33 y, posteriormente, la venta de una parte de la cartera de los bonos denominados Boden 2015, manteniendo en cartera la parte restante, por un importe nominal de 117,36 millones de dólares.
El precio de venta conjunto de estas operaciones asciende a 2.010,0 millones. Adicionalmente, el comprador abonará a Repsol un total de 59,3 millones dólares en concepto de intereses devengados (cupón corrido).
El cierre de las dos operaciones de venta, previsto para el próximo 16 de mayo, queda sujeto al cumplimiento de los términos y condiciones habituales en las mismas.
Con estas transacciones y la venta de la totalidad del Bonar 24 (comunicada el pasado 9 de mayo), la deuda total reconocida por la República Argentina a favor de Repsol se reduce en 4.815 millones de dólares.
La petrolera ha realizado de una forma sorprendentemente rápida, y todavía mantiene una pequeña parte que le supondrá ingresos adicionales.
La petrolera, con el dinero en la cartera, tendrá que decidir ahora la rapidez con la que se lanza a realizar una operación o varias de compra de activos.
La compañía se planteó en un primer momento mantenerlos durante un plazo de dos años para tratar de alcanzar los 6.000 millones de ingresos por la expropiación, pero finalmente ha acelerado la venta y prácticamente ha dejado Argentina en una semana. Repsol cerró ayer a 19,82 euros por acción.
