Acabó la reunión de toda la noche con Angela Merkel y François Hollande "derrotado, agotado y enfermo. Con un herpes en la cara, serios problemas estomacales y varias crisis nerviosas"
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, que intenta evitar una salida de su país del euro, «ya no come ni duerme», cuenta su madre, preocupada, en una entrevista publicada este sábado 18 de julio de 2015.
«Últimamente Alexis no come ni duerme, pero no tiene otra opción, tiene una deuda con el pueblo, que le ha dado su confianza», cuenta Aristi Tsipras, de 73 años, a la revista semanal Parapolitika.
«Apenas lo veo. Va del aeropuerto al Parlamento. No tiene tiempo ni para ver a sus propios hijos, ¿como va a verme a mi?», se pregunta la madre del jefe de gobierno griego.
«Cuando hablamos, le digo que haga todo lo posible por el país y que se preste atención a sí mismo. Él me dice que no me preocupe, que todo saldrá bien», prosigue.
El joven primer ministro, de 40 años, acaba de pasar por unas semanas especialmente agotadoras, en las que ha tenido que afrontar tanto la desconfianza de algunos socios europeos de Grecia como grietas en el seno de su propio partido, Syriza.
En algunas fotos se lo ha visto cansado, sujetándose la cabeza con las manos, en las bancadas del Parlamento, donde el jueves hizo adoptar una serie de duras reformas, criticadas por una parte de Syriza pero exigidas por los acreedores antes de concederle una nueva ayuda financiera al país.
A tal punto ha llegado este cansancio, que la semana pasada el diario El Mundo informaba de que Tsipras acabó la reunión de toda la noche con Angela Merkel y François Hollande «derrotado, agotado y enfermo». «Con un herpes en la cara, serios problemas estomacales y varias crisis nerviosas por agotamiento», puntualiza la citada información.