Sus colegas de Río de Janeiro suspendieron hasta el próximo miércoles el paro que comenzaron en la madrugada del viernes 10 de febrero
A una semana de la apertura del carnaval más famoso del mundo, una asamblea de policías del estado brasileño de Bahía puso fin el sábado 11 de febrero de 2012, por la noche, a una huelga de doce días motivada por reivindicaciones de mejoras salariales.
Sus colegas de Río de Janeiro suspendieron hasta el próximo miércoles el paro que comenzaron en la madrugada del viernes 10 de febrero.
Después de más de una hora de debates, los policías de Bahía dijeron sí a la propuesta de pago de gratificaciones presentada por el Gobierno regional hasta 2015 y aceptaron el requerimiento inmediato del comando central militarizado para reintegrarse a las actividades o asumir un proceso interno disciplinario.
La huelga comenzó a perder fuerza hace tres días cuando 245 policías que estaban atrincherados desde la semana pasada en la Asamblea Legislativa de Bahía, entre ellos los líderes de la huelga, abandonaron el martes el edificio, que estaba cercado por 1.000 militares.
En Río, suspensión temporal
Por su parte, en Río de Janeiro, el Sindicato de la Policía Civil suspendió la huelga hasta el miércoles, cuando una asamblea del gremio determinará el fin del paro o la prolongación del mismo.
Agentes de la Policía Militarizada, de la Policía Civil y del Cuerpo de Bomberos habían decretado un paro indefinido en la madrugada de este viernes, a una semana de la apertura del Carnaval.
El sindicato programó para el domingo en las playas de Copacabana un acto público de protesta por la detención y encarcelamiento de varios agentes que estaban en huelga.
Según la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, no se registraron incidentes de gravedad en los dos días de paralización y la participación en la huelga fue mínima entre los casi 70.000 miembros de las tres instituciones, que reivindican un ajuste de salarios.
La baja participación obedeció en parte a que, el jueves, la Asamblea Legislativa regional aprobó el anticipo de un reajuste salarial del 39 por ciento para los policías que estaba previsto para octubre de 2013, aunque los huelguistas reivindican un incremento mayor.
Para combatir la huelga, la Policía abrió una investigación contra unos 150 policías, detuvo a 50 de ellos que se negaron a trabajar y ordenó el arresto de los once acusados de haber organizado la huelga, nueve de los cuales ya fueron detenidos.
La mayoría de los policías detenidos ya fueron puestos en libertad, pero 17 de ellos continúan encarcelados a la espera de una decisión judicial sobre ellos.
La huelga iniciada el pasado 31 de enero había disparado el número de asesinatos perpetrados por los llamados grupos paramilitares de exterminio.
El diario Folha de Sao Paulo recogía unas declaraciones en las que el director del Departamento de Homicidios y Protección a la Persona de la Policía Civil de Bahía, Arthur Gallas, afirma que «esos grupos se están aprovechando de la huelga, que redujo el patrullaje, para «limpiar» el área y matar a quien los estaba incomodando».
Todo esto se produce a una semana del inicio del carnaval, que concentra precisamente en Río de Janeiro y Salvador, la capital de Bahía, el mayor número de personas y turistas. En las últimas jornadas, las autoridades regionales intensificaron las negociaciones para normalizar la situación y garantizar la seguridad durante los festejos.
En Salvador, que reúne en su carnaval cerca de dos millones de personas y es considerada como la mayor fiesta callejera del mundo, fueron desplegados varias centenas de militares con el objetivo de reforzar la seguridad, mientras que en Río de Janeiro se ha descartado, por ahora, la presencia masiva del Ejército en las calles