Madrileño de 34 años del barrio de Villaverde, casado y con hijos
«Soy el mejor, lo que otros tardan 45 minutos, yo lo hago en un cuarto de hora».
Así se jacta ‘Taca’, «maestro butronero» a comisión y «artista» de la lanza térmica, de sus hazañas reventando cajas fuertes de joyerías hasta que fue detenido hace unas semanas en Madrid por la Policía Nacional.
El jefe del Grupo de Robos de la Policía lo tiene claro y afirma a Efe: no hay muchos profesionales del butrón como ‘Taca’, como mucho nueve o 10 en toda España y el resto aficionados.
La elevada cotización del oro como valor refugio en tiempos de crisis, que ya alcanza los 40 euros el gramo, ha disparado los robos en joyerías por el procedimiento del butrón, aproximadamente medio centenar de asaltos en lo que llevamos de año.
Un método limpio y sin violencia que garantiza a los ladrones cortas estancias en prisión pero un altísimo tren de vida.
Era el caso de ‘Taca’, madrileño de 34 años del barrio de Villaverde, casado y con hijos, cortejado por todas las bandas de butroneros que lo contrataban para actuar junto a ellos por su habilidad con la lanza térmica.
Una herramienta que trabaja con temperaturas superiores a los 4.000 grados centígrados y que en manos expertas es capaz de derretir los más duros blindajes.
Con una comisión de hasta el 30% del botín por cada robo, el detenido había acumulado un suculento patrimonio pese a su juventud: tres chalés y un apartamento en la costa, además de coches de alta gama, una colección de motos, quads, relojes de marca y joyas.
De cara a la galería, el detenido regenta un negocio de compra-venta de vehículos, a todas luces insuficiente para su vida de excesos.
En los registros realizados en sus viviendas, la Policía encontró todos los útiles de su oficio: ocho bombonas de hidrógeno y oxígeno, guantes de protección, sierras radiales y un inhibidor de frecuencias empleado para anular las alarmas de los locales.
Pero ésta no era la primera vez que «Taca» era detenido por la Policía.
Su primer arresto
Hace justo un año, en junio de 2011, fue arrestado en Valencia cuando planeaba varios golpes en joyerías y ya tenía en su poder los planos interiores de varios establecimientos de la ciudad.
Su butrón «más potente» fue en Toledo, cuando se vio obligado a practicar seis agujeros consecutivos hasta alcanzar la caja fuerte de una joyería.
En su periplo, el detenido no dudó en atravesar una oficina de seguros, varias entidades bancarias cerradas y una tienda de telefonía móvil.
Los investigadores tienen pocas dudas de que si ‘Taca’ no pasa esta vez una buena temporada en prisión volverá a las andadas, contratado una vez más por alguna de las bandas de butroneros que operan en España.
«La tasa de reincidencia es casi del 100%», reconoce el responsable de la Policía Nacional, que asegura que tiene casi 90 agentes destinados a investigar exclusivamente estos asaltos.
Endurecer la ley
Por ello, el jefe del Grupo de Robos considera necesario castigar con más dureza la reincidencia porque a día de hoy el butrón es un delito «menos grave».
Cree también imprescindible reforzar las unidades de investigación sobre blanqueo de capitales porque «la clave es seguir el rastro del dinero».
El principal problema para la Policía es que el oro tiene «muy buena salida» en el mercado negro y de eso precisamente se aprovechan los ladrones.
Nada más robar las joyas o el oro en bruto, lo funden en pequeños lingotes empleando unos rudimentarios hornos domésticos y, a partir de ahí, la única pista es el dinero.
De hecho, a otro conocido profesional de la lanza térmica apodado ‘el Niño’ se le encontraron 150.000 euros en metálico que guardaba, como no podía ser de otra manera, en una caja fuerte.
En cambio otros, asegura la Policía, utilizan a sus familias para esconder los beneficios y ya se ha detenido a algunos parientes cercanos de estos «artistas» del butrón, en su mayoría jóvenes menores de 30 años, por blanqueo de capitales.