Las fuerzas marroquíes, que estaban alertadas después de que se activara el protocolo de cooperación entre España y Marruecos.
Es lo que se conoce como la ‘Marcha de las Hormigas‘. El drama es que son seres humanos, que han sufridos penurias indecibles y recorrido miles de kilómetros para llegar al borde de lo que para ellos es la tierra prometida y están dispuestos a lo que sea, con tal de atravesar la frontera que separa Marruecos de España y entrar en la Unión Europea.
Más de mil inmigrantes subsaharianos se dirigieron la madrugada del miércoles 20 de noviembre de 2013 al perímetro fronterizo de Melilla con la intención de saltar la valla y llegar a territorio español.
No es la primera ni será la ultima vez que se montan asaltos de esta naturaleza.
La particularidad, en esta ocasión, es que el grupo ha marchado de manera organizada, en fila india, hasta llegar a la frontera.
La Guardia Civil, en cooperación con las fuerzas de seguridad marroquíes, ha abortado la operación hacia las tres de la mañana, según ha informado la Delegación de Gobierno de la ciudad autónoma.
Alrededor de la medianoche, los inmigrantes se han dirigido en fila desde los campamentos del Monte Gurugú (Marruecos), muy próximo a Melilla, hasta la valla fronteriza, en concreto por la zona conocida como Arroyo Villa Pilar.
Una vez llegados al paso conocido como Farhana, se han agrupado con intención de saltar la valla de una vez, pero han sido «refrenados y dispersados» por las fuerzas marroquíes, que estaban alertadas después de que se activara el protocolo de cooperación entre España y Marruecos.
En torno a las tres de la madrugada, el grupo ya se había dispersado y había desistido de su intención de saltar la valla, que no ha llegado a alcanzar ninguno de estos inmigrantes.
Según la Delegación del Gobierno, este intento frustrado «demuestra una vez más la extrema presión migratoria sobre esta ciudad» y «avala la necesidad de reforzar las medidas antiintrusión que componen su perímetro fronterizo», entre las que se encuentran las cuchillas que se han vuelto a colocar en el perímetro, y que este miércoles han sido objeto de un debate en el Congreso de los Diputados.
La Guardia Civil ha desplegado todo su dispositivo antiintrusión, reforzado por un equipo del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), y también por el helicóptero dotado de infrarrojos, que se mantuvo alerta hasta quedar descartado cualquier indicio de nuevo intento de asalto a la valla y que grabó las imágenes de la interminable fila de inmigrantes dirigiéndose en fila hacia la valla.
