Mientras Konstantin Murakhtin, el piloto ruso rescatado por el Ejército sirio, (Tropas especiales de Rusia rescatan con vida a uno de los pilotos del bombardero derribado por Turquía), niega la existencia de advertencias al avión Su-24 derribado este martes 24 de noviembre de 2015 por un misil de un F-16 turco, Turquía difundió este miércoles grabaciones de las presuntas advertencias por radio al caza cerca de la frontera siria. (Así acribillan las milicias sirias a los dos pilotos rusos del Su-24 en paracaídas).
«Se está aproximando al espacio aéreo turco. Cambie su rumbo al sur inmediatamente».
se puede oír en una de ellas.
El Ministerio de Defensa de Rusia, por su parte, ha hecho público el vídeo que muestra el esquema del derribo. Según este mapa, el bombardero ruso no violó el espacio aéreo de Turquía.
«Al contrario, el F-16 turco cruzó la frontera con Siria para atacar al bombardero ruso».
En el video se ve la trayectoria del avión militar ruso sobre el territorio de Siria (en rojo): el Su-24 despegó de la base aérea de Jmeimim, realizó una maniobra y voló a una distancia de un kilómetro de la frontera con Turquía. Cuando el bombardero ruso se alejó de la frontera, el caza turco F-16 (su trayectoria está en verde) lo alcanzó en el espacio aéreo de Siria y lo derribó con un misil. Después el F-16 realizó una vuelta y volvió al territorio turco.
Este martes el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó los informes de que un bombardero táctico Su-24 perteneciente a la Fuerza Aérea rusa se había estrellado en Siria, cerca de la frontera con Turquía. Según el Ministerio, el avión siniestrado volaba exclusivamente sobre el territorio de Siria y no violó la frontera con Turquía, tal como señalan medios objetivos de control.
De momento, tras varios informes sobre el éxito de los ataques rusos contra posiciones e instalaciones terroristas en Siria, esta es la única baja de la Fuerza Aeroespacial rusa en su operativo antiterrorista contra el Estado Islámico.
MOVIMIENTOS DIPLOMÁTICOS
El canciller ruso, Sergei Lavrov, se entrevistó por teléfono con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, en el primer contacto bilateral desde el incidente del martes.
Tras la conversación, Lavrov dijo que Moscú tiene «serias dudas de que se trate de un acto espontáneo», y estimó que el incidente «se parece mucho a una provocación planificada».
No obstante,
«no planeamos ir a una guerra con Turquía; nuestra actitud hacia el pueblo turco no ha cambiado»,
dijo el ministro para calmar la situación. Eso sí, Moscú va a «reevaluar seriamente» su relación bilateral.
Turquía pide calma
El gobierno turco, país miembro de la OTAN, también se esforzó en rebajar la tensión con Moscú.
El presidente, Recep Tayyip Erdogan, declaró en un discurso en Estambul que su país no tiene «la menor intención de provocar una escalada», aunque advirtió también que «nadie puede esperar que nos quedemos en silencio cuando la seguridad de nuestras fronteras y nuestra soberanía se ven violadas».
Poco después, el primer ministro turco Ahmet Davutoglu abundó en la misma línea diciendo a sus diputados que su gobierno «no tiene intención de poner en peligro» las relaciones con Rusia, que «es nuestro amigo y nuestro vecino».